Está claro que los chistes machistas no son graciosos nunca jamás, pero que una persona se anime a lanzar en puñetero prime time un chiste hablando sobre violaciones… tiene narices.
Anoche estaba haciendo un zapping y aluciné en colores. No comulgo en absoluto con Pablo Motos, antes todavía me hacía algo de gracia, pero las últimas temporadas me parece que apesta mucho. Pero estaban entrevistando a Ricardo Darín y paré un momento.
Después entró por teléfono Karlos Arguiñano, que se ve que no tenía que rascarla en su casa, para decir un par de paridas y contar el peor chiste que he escuchado en mucho tiempo. Y lo peor no fue solo que él se animase a contarlo, sino que los demás le rieran la gracia como si fuese maravillosa.
Por si no lo habéis visto, aquí os lo dejo…
Nos llamarán pesadas, repetitivas, exageradas o todo lo que quieran. Pero queda muchísimo por hacer cuando a un personaje público se le ocurre soltar semejante sandez ante la audiencia y quedarse tan ancho. Vale, Arguiñano ya se ha disculpado, pero cuando la haces de esa manera es porque en el fondo la causa te la sopla mucho.
¡Arriba amigas, vamos a tener esperanzas en que vendrán tiempos mucho mucho mejores!