Para esta historia no hace falta irse muy lejos. Como es normal en mi, y en mi vida de soltera, uso mas el Tinder que otra cosa, tengo una relación de amor odio con esta app. Pero decidí darle otra oportunidad y abrirla. Cual es mi sorpresa cuando a las dos horas, me sale un chico monísimo a 38 kilómetros… Y yo… vaya, vamos a darle una estrella, lo deslizó y FAS! Me hizo match!! Empezamos ha hablar al segundo, era monísimo, bajito delgado de pelo largo castaño, bigote, perilla, y ojos color miel, vamos que crearon mi prototipo a tope. Me cuenta que es un apasionado de la arqueología, y de la espeleología, mi chocho hizo pepsi cola al instante, un Indiana Jones! Aleluya! Del Tinder pasamos al WhatsApp, durante horas y días. Me cuenta que ha salido de una relación de 9 años, y que no quiere complicarse porque todavía tiene que curarse las heridas, que prefiere quedarse con la parte divertida de la vida, a lo que yo respondí, genial, en eso estamos de acuerdo. Asi que despues de dos semanas hablando, decidimos quedar para cenar por mi ciudad, ya que no tengo coche y era muy tarde para el bus. Me avisó de que iba llegando, asi que baje toda mi calle y justo a la entrada se para un opel a mi lado, baja el cristal y me suelta un “hola!” y yo… que rápido que eres coño. Me subí al coche sin problemas y fuimos a cenar a un gastro bar de un amigo mio. Mira mira, desde los 8 de la noche hasta las 5 de la mañana hablando, clarísimo de que me encantó. Me despidió con dos besos en las mejillas, un hasta pronto y dos audios en el móvil diciéndome que le hacía caído muy bien que esperaba volver a quedar pronto. Y yo, of course baby, saca ahí el látigo de Indiana que voy corriendo.

A la semana siguiente quedamos el sábado, baje en el bus y me vino a buscar, primero me llevó a un mirador precioso que hay en el bosque, y luego a su casa, me hizo una cena vegetariana (no como carne) y estuvimos hablando hasta las 4 que me llevó a mi casa. Ahí hay que incluir que me soltó de repente “antes me hubieses gustado para un polvo, ahora es que me gustas de verdad” y yo.. Muero de amor por dios de mi vida. Pero no hizo nada de nada!! Estuvimos dos semanas separados, porque me dijo que necesitaba pensar. Pero en la tercera semana le dije, oye qué es la lluvia de estrellas, vamos a verla? Y me dijo que si! Total que fuimos a la montaña a verlas, estaba nublado pero nos lo pasamos muy bien. Y cuando bajamos, nos quedamos en su casa y… me dió un beso, y lo que no es un beso tambien. Agüita Mari Carmen! Que me tocó el gordo de la lotería, tiene tableta de chocolate, músculos por todo el cuerpo, una buena polla y encima le encantan los cunnilingus, ya está “y el anillo pa cuando?” Dormimos abrazados y a la mañana siguiente me llevó a casa. Ahora mismo me ha escribo por Whastapp y estamos planeando que hacer este fin de semana!

A veces las tres mejores citas son con una única persona.