No se si alguien se habrá visto alguna vez en una situación parecida pero la verdad es que ahora no se cómo gestionar la situación.
Os pongo en antecedentes. Mi amigo y yo nos conocimos hace cuatro años, al principio creo que le gusté pero poco a poco fuimos teniendo cada vez más confianza y al final la amistad que forjamos fue más fuerte que cualquier atracción. Desde entonces hemos tenido una relación cada vez más estrecha pero siempre como amigos. Nos contamos nuestras movidas, estamos en las buenas y en las malas, nos damos consejos amorosos/de ligoteo, etc, en fin, lo que es una amistad.
Aunque siempre he pensado que en el fondo yo le gustaba (y bastantes personas me han dicho lo mismo en varias ocasiones) pero como nunca ha habido nada raro ni ninguna insinuación por su parte, lo he obviado porque yo no lo veía de esa forma.
La cuestión es que desde hace algunos meses mi percepción de él ha cambiado. Empezó a atraerme físicamente pero sólo eso. Hablando claro, a veces lo veía y sólo pensaba en empotrarlo pero evidentemente, esos pensamientos solo estaban en mi cabeza y nunca insinúe nada. El problema comenzó hace unas semanas cuando un día que quedamos para cenar en mi casa (algo normal para nosotros) tuvimos un momento de tonteo, jugueteando con las manos como si tuviéramos 15 años. Ahí ya se empezó a notar la tensión entre nosotros y seguido de eso hubo un par de quedadas más en las que la cosa se ponía cada vez más rara. Otra amiga mía me preguntaba que por qué no nos lazabamos pero a mí no me parecía buena idea porque me pensaba que liarnos estropearía nuestra amistad, además no quiero una relación con él y estaba convencida que él pensaba lo mismo. Pero el otro día se nos fue de las manos.
Terminamos en mi casa, en el sofá viendo una peli y haciendo manitas por debajo de la mesa. Fui al baño y cuando volví él se había tumbado en el sofá y me dijo que me pusiera cómoda yo también, entonces me tumbe y después de un rato tonteando finalmente nos empezamos a besar. Entre beso y beso nos decíamos lo mala idea que era aquello y que había un límite que quizás no deberíamos pasar… Pero la cosa fue subiendo de tono hasta que me dijo que se quedaba a dormir pero que no pasaría nada más.
Nos metimos en la cama y, evidentemente, seguimos besándonos y jugueteando pero aquí es cuando se empezaron a encender mi alarmas. Empezó a comerme el cuello y las tetas, me tocaba por encima del pantalón pero lo notaba bastante tenso y solo quería estar a oscuras (como si el hecho de no vernos fuera cambiar la cagada que era aquello), al final apagué la luz con la esperanza de que se relajara un poco y le pregunté que cuál era su límite y me dijo que podíamos hacer todo pero que no quería que hubiera penetración (otra tontería desde mi punto de vista porque no me la quería meter porque al día siguiente le iba a dar vergüenza mirarme pero meterme la cara entre las tetas no era un problema).
En fin, como la cosa se estaba poniendo calentita y solo me había puesto ese límite, ahí que fui yo a darle emoción al asunto porque en realidad aquello tenía mucho morbo y yo estaba como las motos, así que empecé a chuparsela y a jugar con ella hasta que me dijo que parara. Pensé que eran los típicos segundos para reponerse y poder seguir cuando están a punto de correrse pero no me dió tiempo ni a llegar a tumbarme a su lado cuando me dijo que «se le había escapado un poquillo», se levantó, fue al baño y se volvió a acostar.
Ingenua de mi pensé que cuando volviera iba a seguir conmigo pero no me tocó un pelo y empezó a rayarse tela, diciéndome que ahora cuando nos juntáramos con los demás amigos si se enteraran iban a hacer bromas, que si cuando tuvieramos pareja deberíamos contarle que nos habíamos liado… Intenté quitarle importancia y le dije si él se sentía incómodo yo no le iba a contar nada a nadie. Al final dormirmos cada uno en una esquina de la cama, por la mañana se levantó super avergonzado aunque yo intenté actuar con normalidad, se fue y ya no hemos vuelto a hablar y yo estoy bastante enfadada. Entiendo que haya podido rayarse pero joder, me dejó con todo el calentón y total el límite de no saber cómo mirarnos a la cara al día siguiente ya lo habíamos sobrepasado, mientras mis tetas estaban en su boca o su polla en la mia no parecía muy disgustado.
Me da rabia porque ahora estamos en la peor de las situaciones, la cagada de habernos liado la íbamos a tener que afrontar igualmente pero al menos que lo hubiéramos disfrutado y no que ahora tengo la sensación de que hemos puesto en peligro nuestra amistad por nada. No se si hablar con él del tema, dejar que la cosa fluya sola o hacer como si nada… Pero no quiero perder su amistad.
Siento la chapada infinita pero necesitaba desahogarme y me gustaría saber qué opináis.