Pues el psicólogo, psiquiatra y la distancia no ayudan si no quieren avanzar de verdad.

3 años estuve esperando. Mi relación con una persona empezó teniendo él pareja de muchos años. Seguimos como tú dices, con idas y venidas durante meses. Esos en los que me decía que no la quería, pero que todo era complicado, que ojalá me hubiera conocido antes… Hasta que se quedaron embarazados. Yo quise alejarme. Él siempre volvía. Así se creó en mí esa dependencia y esperanza de que la iba a dejar, porque era él quien me buscaba cada vez que me alejaba… Así 3 años de mi vida, en que su hijo ha seguido creciendo, siguen siendo pareja, destruí mi autoestima, me hundí en la miseria… Todo para que llegase un día en el que, tras mucha terapia y entender que lo mío se trataba de un trauma que se repetía siendo yo la «salvadora» de una persona que no quiere ser salvada, hice de tripas corazón, y comencé a cambiar mi propia perspectiva, mis palabras hacia mí misma, dejé de justificarle cada mala actuación (en mi ceguera, todo lo que habré tragado…). Empecé a interpretar esta «experiencia» como un aprendizaje necesario (a lo bestia, en el infierno más cruel) para entender que lo primero soy yo. Que si alguien me quiere, me busca y está conmigo. Merezco ser la elección de alguien. Merezco que me quieran tal y como soy, las 24 horas del día. Merezco que hagan planes conmigo, no que me den las migajas de mensajes escasos y sobras del tiempo que pasa con su pareja. Merezco ser feliz y que nadie dispare las lágrimas como antes ocurría. y fue ahí, cuando cambié mi perspectiva, cuando entendí que era dependencia, cuando conseguí salir del agujero. Te deseo de corazón que pronto seas capaz de llegar a este punto. Y no te arrepientas de estos 3 años. No te culpes. A veces no rompemos el círculo porque creemos que con todo lo que hemos aguantado ya, ¿cómo vamos a rendirnos? Creemos que la recompensa está a la vuelta de la esquina… Pero querida, no es rendirse. Es quererse. Ser nuestra propia prioridad. Ojalá pronto te des la oportunidad de ser feliz, porque te lo mereces, y eso no hay nadie que pueda dártelo ni quitártelo. Está dentro de ti.

Ay, cariño, si supieras lo identificada que me siento…
Tú sabes que no va a cambiar, que no la va a dejar a ella para irse contigo y que, si así fuera, no va a salir bien. Yo me tiré años así y al final acabamos juntos… unos meses cada vez. Hasta que nos cansábamos, o aparecía otra.
Lo que tú no sabes es que, como estás encerrada en tus sentimientos por ese tío, que no los merece, puedes estar perdiéndote conocer a alguien maravilloso, alguien para quien tú seas su máxima prioridad y no el segundo plato. Sé cuánto duele pensar en cerrar este capítulo para siempre, pero hazlo, quiérete mucho a ti misma, y verás como con el tiempo aparece alguien que te quiera de verdad y te de lo que tú te mereces ❤️