Qué horror de costumbre la de invitar en masa a toda la clase… Sin tener en cuenta las afinidades de los propios niños, ni enseñarles el sentido de la amistad verdadera donde las personas que nos acompañan en los momentos especiales tienen que ser especiales para nosotros y viceversa, ni el valor del esfuerzo económico que conlleva una macro-celebración… Para empezar, eso me parece fatal.
Luego, lo de las amistades de los padres por cojones, has hecho genial en decirles lo que piensas. Los que tienen que ser amigos (o no) son los peques, los mayores si no han sabido hacerse o mantenerse un círculo propio a su edad, pues tienen un problema que, por ende les están transmitiendo a sus hijos. Y encima les hacen pagar el pato de su intransigencia, privándoles a los niños de asistir a una fiesta que a lo mejor les hacía ilusión compartir con tu hija.
Y ya lo de ir a ponerse a un cumpleaños infantil es como para denunciarlos…
Has hecho genial, yo lo habría hecho como tú. Te doy toda la razón. Lo que siento mucho es que tu hija se haya llevado una decepción tan pequeña.