Veamos como os cuento yo esto porque me debato entre la rabia y la pena.
Muchas de mis amigas son sanitarias. Unas enfermeras, un par doctoras. Nos conocemos de toda la vida y desde siempre saben de sobra lo mucho que las admira por la labor que desempeñan. Aun más ahora con todo lo de la pandemia porque es más evidente que son un sector imprescindible.
Estos últimos meses casi no nos hemos visto por asuntos de trabajo sobre todo. Aunque yo he seguido haciendo mi vida cumpliendo siempre con las medidas de seguridad por supuesto. Hace unos días quedé con unas compañeras de trabajo para tomar unas cervezas y nos hicimos algunas fotos y las subimos a instagram. No le di mayor importancia hasta que el otro día en el chat que tenemos las amigas de siempre una de ellas me entró directa diciendo que me consideraba una persona con dos dedos de frente y que la había decepcionado. El resto se fueron uniendo poco a poco a las críticas.
Lo que venían a decir es que no se podían creer que se me hubiera ocurrido irme por el centro de cervezas tal y como están las cosas, y que siempre les repito lo mucho que las admiro pero después no doy ejemplo. Cumplo al dedillo con todas las normas y hasta donde yo sé irme a una terraza a tomar unas cervezas no es ilegal, ellas dicen que todos los que salen se están pasando la pandemia por el forro.
Cierto es que me calenté porque me sentí muy acorralada y dije algunas cosas de las que me arrepiento. Por ejemplo una de ellas es dermatóloga y le contesté que por favor me dijera ella de qué manera había luchado contra el covid si en su especialidad no tratan ni un solo caso (debo decir que lo solté porque su frase fue »no concibo estar luchando contra una enfermedad jugándome la vida para que luego vengáis los de siempre a joderla»). Son sanitarias y se la juegan, sí, pero bueno… Y a otra de las enfermeras le dije que se bajara un poco porque se ha pasado más de media pandemia de baja por cefaleas. Que son jodidas claro pero me calenté y me dio por pensar en las casualidades.
Les he pedido perdón porque sé que no tenía que haberles hablado así, pero ellas no han sido capaces de decirme nada. Dicen que mientras quiera seguir saliendo de cervecitas ya saben con quién no contar, así están las cosas.
¿Qué haríais vosotras? ¿Freno mi vida para que mis mejores amigas no se me echen a la yugular?