Hola a todxs.
Hace un par de meses ya estuve aquí contando mi situación (aquí la historia)
Pues bien, vengo con novedades.
Después de dejarme a escasos días de Navidad, me pidió volver.
Que sorpresa! (Ironía a tope)
Me dijo que se arrepentía, que quería estar conmigo y si podíamos rebobinar hacia ese momento en que me dejaba y hacer ver que no había ocurrido nunca.
¿Os imagináis lo que ocurrió?
Exacto, le creí y volví con él.
Pasamos unas fiestas en compañia de la familia la mar de bien. O eso creí yo.
Mi suegra, en plena cena de Nochebuena, le soltó a mi pareja:
«No me extraña que tu novia este deprimida viendo como la tratas»
Y eso despertó mis alarmas.
No era la primera vez que alguien de su familia decía algo así. Ya su cuñada me había preguntado hasta en tres ocasiones, como podía aguantarle. Y la mujer de su padre le había dado el toque de atención más de una vez por contestarme mal. Hasta su padre le decía que me valorara más y me tratara mejor.
Pero yo en esos momentos no veía la realidad, no quería verla.
Nada más empezar el año hablamos sobre irnos a vivir juntos por fin.
Llame para ir a ver un piso.
Fui yo sola porque el trabajaba.
El piso me encantó. Se lo comenté y le dije que si queríamos alquilarlo debíamos enviar los documentos necesarios para reservarlo.
Pues bien, en menos de 3 horas ya me había enviado todo para que yo hiciera lo mismo con la inmobiliaria.
Si aceptaban los papeles el piso sería nuestro. Que ilusión.
Pues bien, solo 3 días después de esto, me dejo otra vez.
Esta vez con buenas palabras y lágrimas en los ojos.
Lo que no quita la crueldad de sus palabras.
Me dijo que no podía seguir conmigo, que era consciente que el problema era él y no yo.
Que siempre le había pasado con todas sus relaciones, que a todas les había hecho lo mismo que a mi, dejarlas varias veces a lo largo de la relación para volver una y otra vez.
Remató su discurso con «Si te hubiera conocido un poco más y no me hubiera precipitado en pedirte para salir, nunca habria salido contigo»
Palabras que se me clavan en la mente y el corazón a diario desde ese día.
Y como guinda, «llevó meses queriendo dejarte»
Ante todo esto simplemente le dije y le pedí, que no hiciera como las otras veces, que a los pocos días me bombardeba a mensajes y llamadas.
Que me dejará tranquila un tiempo, hasta que yo estuviera recuperada, para retomar el contacto (más que nada porque tenía muchas cosas en su casa que debo ir a recoger y porque, lo más importante, él me debe muchísimo dinero que le preste)
Pues bien, solo dos semanas después ya me estaba escribiendo.
Ni siquiera sé que decían sus mensajes porque no me he atrevido a abrir la conversación de WhatsApp.
Su reacción al no contestarle? Bloquearme de toda red social y bloquearme los accesos a Netflix y Prime (que me dijo que podía seguir usando sin problemas)
Una reacción de niñato inmaduro sin más. Pues bien, como no le contestaba, pasó a escribirme por Telegram. Tuve que bloquearle en ambas.
Y que hizo él, escribirme un privado por Facebook. Una actitud de los más normal ¿verdad?
No tengo ni idea de que dice en todos esos mensajes porque no tengo valor a leerlos. Estoy muy dolida y decepcionada.
Con todo lo que me dijo durante la ruptura y viendo sus reacciones después de ella, me da miedo ver como es.
Desconozco por completo a la persona con la que he compartido mi vida el último año.
Encima, hablando con mi familia y los pocos amigos que le conocieron, todos ellos me han abierto los ojos ante cosas que yo no veía o no quería ver.
De ahí que pensando en cosas del pasado, haya recaído en cosas que me decían familiares suyos.
Con todo esto tengo muy claro que no voy a volver con él si se diera el caso de que me lo pidiera.
Una parte de mi le sigue queriendo, esa parte que solo piensa en las cosas buenas de la relación. La otra parte esta asustada y aterrada al pensar en todo lo malo sucedido y la crueldad de sus palabras en muchas ocasiones.
Dar las gracias a todas esas personas que me apoyaron la otra vez.
Aunque alguna fue un poco cruel, y eso que pedí que no se me machacara.
Pero bueno, ya sabemos cómo son estos sitios, ¿verdad?