Hola bombones! Me he decidido a escribir y desahogarme, no sé si quiero consejo, opiniones… Así que solo me desahogo y dejo que me escribais lo que queráis.
Después de 8 años soltera, con idas y venidas con mil chicos que no cuajaban,por fin he encontrado a un chico con el que congenio, tenemos muchísimo feeling desde el primer día, en todos los sentidos.
Yo le dije desde el primer día que estaba hasta el toto de rollos, que quería una relación y el me dijo que buscaba lo mismo. Llevamos solo dos meses quedando y sé que es poquísimo, esta semana pasada me invitó a irnos de vacaciones juntos y a lo loco me fui. Fueron unas vacaciones increíbles, algún roce pero lo normal y supimos sacarle siempre el lado positivo. Vamos que mejor no puede ir. Un día hablando de nosotros, de si vamos por el mismo camino le dije claramente que fuera sincero conmigo que pasaba de estar pillandome por él y él estuviera con otras o no sintiendo lo mismo, y me dijo que podía estar tranquila. Aunque me dijo que pensaba en tener una relación seria y se agobiaba. Yo flipé y le pregunté que era una relación seria para él, a lo que me contestó que era una relación en la que se presentaba a los padres y se metía en la familia del otro. Ya le dije que por mi parte puede estar tranquilo, porque no concibo lo de presentar a los padres hasta bastante tiempo. Por lo que decidimos no ponerle etiquetas a lo nuestro y dejar fluir, y si los dos estamos agusto y tenemos claras las cosas pues lo de las etiquetas me da igual.
Mi comedura de tarro va en qué vive pegado al móvil, hasta conduciendo miraba el móvil que le echaba la bronca. El caso es que hemos llegado de las vacaciones hace dos días y he recibido cuatro WhatsApp contados, un buenos días, un estoy en tal sitio y poco más. No sé, si me estoy emparanoiando por nada, si mis miedos de que me vaya a vacilar están saliendo a flote, no sé. Antes nos pasábamos horas charlando y noto que ahora cada vez menos, y ha sido volver de vacaciones y de golpe. Ahora mismo solo pienso en dejarle que marque él el ritmo y cuando quiera que escriba, no quiero agobiarlo ni presionarlo. Quiero que surja de él escribirme, pero estos dos días me estoy volviendo loca. ¿Cómo paro a esta cabecita?