El resumen es que mi ex ha reaparecido. No sé ni si quiera si lo puedo llamar así porque durante los ocho meses que estuvimos juntos nunca me pidió salir oficialmente.
En fin, en enero decidí terminar con la relación que teníamos porque se enfadó muchísimo porque le cancelé un plan en el último momento. Muy mal por mi parte lo sé, pero es que no me apetecía nada, era en su casa y no me sentía muy segura estando a solas con él (tengo traumas varios por si no se nota y él los conocía desde el principio), así que intente darle otra opción para reemplazar el plan original, pero rechazo como cuatro ideas y fechas diferentes.
Desde el primer momento entendí que se pudiera enfadar, me parecía hasta lógico, y le pregunté en varias ocasiones si lo estaba porque se notaba que sí, pero él me juraba y perjuraba que no. Tanto me lo juró que se pasó los siguientes cinco días aplicándome la ley del hielo. Además en esos días operaron de urgencia un familiar, tenía los nervios a flor de piel, y cuando me vino como si nada a preguntarme si no íbamos a hablar más, se me cruzaron los claves y le dije que no, que no me apetecía lidiar con esa situación y menos en esos momentos.
Vale, todo bien, se quedó ahí hasta que a las dos semanas me habla para preguntarme si quiero volver a hablar. Le digo que no de esa forma y me deja en visto.
Y ahora me vuelve a hablar y no sé para qué.
Qué pensáis? Y si me pide volver? Debería darle una oportunidad por las ganas que me pone?