Hasta ahora no había sufrido en mis carnes a los policías de balcón, pero ayer mismo me tocó y ahora comprendo la rabia que da que una persona te juzgue sin venir a cuenta, de una manera muy gratuita.
Soy de Galicia y aquí en la zona donde yo vivo siempre se ha vivido mucho lo que llamamos Entroido. Lógicamente este año han suspendido todas las celebraciones y por mucho que nos cueste, pues es lo que toca. Mi hija tiene 5 años y toda la pasada semana fueron al colegio con algún complemento para alegrar un poco los días. El viernes fueron disfrazados aunque no hicieron el festival de siempre, solo estuvieron con los de su clase.
Pues bien, ayer salimos por la tarde a dar un paseo y mi hija me preguntó si podía salir disfrazada. No me pareció mala idea ya que hoy martes es el día grande y los lunes todo el mundo suele salir disfrazado. Repito, tiene 5 años ¿qué más dará que vaya vestida de calle que disfrazada? Así que le puse su vestido de Ana de Frozen y nos fuimos a dar un paseo.
Ya cuando bajé a la calle y me crucé con la primera vecina me pareció rara la actitud. Mi hija la saludó encanta esperando que le comentara algo de su disfraz y la señora, a la que conocemos de siempre, solo miró de reojo como con desaprobación. No quise darle importancia y seguimos nuestro camino. Después fuimos a la panadería y allí nos encontramos a una mujer que vive en nuestro edificio. Saludamos como siempre y la mujer me miró y me preguntó cómo se me ocurría disfrazar a la niña con la que está cayendo. No entendí absolutamente nada ¿acaso que mi hija lleve un vestido de Frozen va a suponer algo para esta pandemia?
No quise discutir y le dije exactamente eso, que cómo fuese vestida la niña no significa nada, a ella no le debió gustar mi contestación porque se fue sin decirme ni adiós. La chica de la panadería, con la que tengo algo de confianza, me comentó que ella ese año no pensaba disfrazar a sus pequeños porque ya había escuchado críticas de gente diciendo que es una falta de respeto para los sanitarios y para toda la gente que lo está pasando mal por culpa del virus. Vamos, no me había enterado yo que disfrazar a nuestros hijos pudiera significar tantas cosas.
Personalmente creo que la gente tiene mucho tiempo libre. Comprendo que se critiquen las fiestas, que se supriman las celebraciones y que los adultos nos cortemos, pero no entiendo qué mal pueden hacer los niños disfrazándose y, al fin y al cabo, siendo niños. Incluso puedo entender que alguien mayor se plante una peluca o un disfraz para dar un paseo sin hacer mal a nadie, no sé en qué puede eso dañar a los demás. Tenemos que respetar que estamos pasando por una pandemia, pero no creo que haya que censurarlo absolutamente todo. Todos estos meses nos hacen la piel tan fina que todo lo que no sea encerrarse en casa está mal visto.
Sin más, necesitaba contarlo y daros mi opinión. Perdón por el tocho que os acabo de soltar y saludos a todas.