Os explico mi nueva experiencia (y a modo de desahogo).
Tengo sobrepeso. Lo sé, soy consciente, y estoy emprendiendo el camino para no tenerlo porque no me siento bien con mis kg de más; un mes con mis más y mis menos, 2 kg menos. Y llega la calor. Subí 20 kg en cuestión de un año y poco a causa de varios problemas personales que se tradujeron en ansiedad pura, y fue todo el pez que se mordía la cola.
Pues bien, hoy iba de caminata con mi hijo de 8 años, la mar de contenta yo, cuando veo a una vecina de estas de toda la vida, con su lengua viperina y todo. Lo típico, «que alto está el niño», a lo que yo contesto el topicazo «él para arriba, yo para abajo».
La respuesta de la señora y su marido ha sido, en presencia de mi hijo y de todo viandante, no sin bajar la voz:
«Es que te has puesto muy gorda. Tienes que cerrarte la boca con cremallera, que sino de mayor ya verás… «
Yo no he contestado ni nada, en parte porque estoy sensiblona y me he sentido más insegura que nunca. He llegado a casa y me ha podido la ansiedad, al traste con 3 semanas.
Pero no podrá conmigo; he perdido una guerra pero no la batalla, y poco a poco los perderé (aunque sea para dar por culo a gentuza semejante)