Siempre he sido una persona algo tímida, callada, que le cuesta expresar sus sentimientos y que no es tan chisposa como el resto de sus amigas.
Esto es algo que lo llevo sufriendo siempre. Tanto en el instituto, como en la carrera. Es una especie de miedo a cagarla por hablar o actuar de una forma.
Y cuando crees que uno de tus pilares fundamentales son tus amigas, acabas estando muy equivocada…
Mi amiga es la típica chica que cree que todo lo que hace ella es perfecto: lista, o eso le han hecho creer desde pequeña, espabilada, con maña… Según ella lo tiene todo, y el resto de personas de su alrededor no le llegan ni a la suela de los zapatos.
Cuando te juntas con gente así tu moral va cayendo en picado cada día; nunca tienes palabras de apoyo, siempre tiene en la manga algún comentario despectivo hacia ti, o algún recuerdo donde se te ridiculice. Y lo suelta delante de quien haga falta. Todo para quedar ella como la mejor, por encima de otra siempre. En este caso de mí.
Cada día recibes críticas, vengan de donde vengan, pero nunca te esperas que las principales vengan de tus propios amigos.
A veces pienso que en el fondo pueda ser por algún tipo de envidia; algunas personas necesitan expresar continuamente todos los defectos de otra persona, solo para sentirse superiores o mejores a ella.
A estas alturas y con mi edad, debería importarme tres pepinos todo lo que a una le digan, pero en fin, no siempre digerimos las cosas de una buena forma…