Sé que muchas al ver el título pensaréis que soy mala persona, pero es que no puedo con mi cuñada y ahora encima se viene a vivir tres plantas más abajo.
No es que me caiga mal, es que tiene la cara más dura que el cemento y como es la hermana pequeña, pues todo se le consiente.
La cosa es que cuando le da el punto se planta a comer o cenar en casa sin avisar y no os penséis que viene sola, trae a sus gemelos con ella, con lo que eso para mí conlleva en el tema de hacer la comida y el gasto, porque voy justa, más justa que ella.
Se separó hace unos meses y vendieron la casa, se han repartido las ganancias y ella se ha comprado el piso con ese dinero… Vino a contárnoslo cuando ya tenía las llaves y todo para darnos la sorpresa.
Desde que se separó nos ha dejado a los niños varias veces para salir con las amigas, y de la misma forma que se planta a comer, llega con los niños, los deja y adiós muy buenas.
No quiero ni pensar la que me espera ahora viviendo en el mismo bloque, y claro la suegra también vendrá más a menudo.