Hola chicas. Llevo mucho tiempo queriendo contar esto a alguien, pero nunca doy el paso porque me da ansiedad sólo ponerme a contarlo.
Tengo un hermano dos años menor que yo y no nos parecemos en nada. Él es el típico tío guapísimo y pijísimo que sabe que es el más triunfador. Lleva todo ropa de marcaza, pasa horas en el gimnasio, se cuida muchísimo… Tiene un trabajo en el que gana una pasta y obviamente tiene el mejor coche, la mejor ropa, el mejor móvil y tal, pero sigue viviendo en casa de mis padres con 31 años porque según él así no tiene que cocinar ni lavarse la ropa.
A mi su vida personalmente y sus amistades me parecen de plástico, y tengo la sensación de que vive en un constante postureo en el que lo único que importa es cómo te vean los demás. Está todo el día en fiestas súper exclusivas de gente del trabajo y obviamente sus amistades han ido cambiando a lo largo de los años. La gente con la que se mueve me parecen todos como él, pero le respeto y le acepto como es, porque es mi hermano.
El caso es que mi madre de siempre está orgullosísima de él. Se harta de presumir de lo guapo y triunfador que es su hijo. No es que yo tenga celos, en realidad yo me independicé a los 23 años porque quería salir un poco de un ambiente con el que no me identificaba. Pero duele ver que siempre hablan de tu hermano y nunca de ti, especialmente cuando llevan toda la vida diciéndote que estás gorda, que vistes mal y que eres vulgar.
El caso es que un día hablando con mi madre de un problema que ha tenido mi hermano, le dije que en mi opinión, lo que le estaba ocurriendo no era más que fruto del mundo en el que vivía, en el que la imagen era más importante que su propia felicidad. Me quedé helada cuando le sentó mal mi opinión y me contestó (literalmente): «A ti lo que te pasa es que llevas toda la vida muerta de envidia y de celos de tu hermano». Cuando le dije que eso no era así, siguió diciendo que «tienes celos y envidia porque te morirías por entrar en los círculos sociales en los que se mueve tu hermano pero no puedes porque no tienes ni el cuerpo, ni la clase ni lo que se necesita para estar ahí».
No puedo describiros la rabia y la impotencia que tengo. Llevo toda la vida intentando que comprendan que soy diferente y que no pego en ese mundo, y que además estoy orgullosa de ello. Creo que no han entendido nada, porque no comprenden que alguien no desee eso.
Por favor, aconsejadme cómo puedo gestionar esto. Un abrazo y muchas gracias por leerme.