Posteado En: Niños y adolescentes
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KaInvitado
Yo fui tu hija. No tiene complejo por tu culpa, pero es verdad que hay comentarios que no ayudan. Decirle que es mejor así, que es una afortunada, que que envidia o que no se queje no la va a ayudar nada. Tampoco quejarte de tu pecho o los problemas que da como he leído en otros comentarios. Así simplemente pareces invalidar su sentir. Para ella no es nada de eso. A ojos de lo socialmente correcto, lo bueno es lo tuyo y no lo suyo e intentar darle la vuelta solo para conformarla créeme, no ayuda. Solo haras que se sienta sola e incomprendida. Yo no me reconcilié con mi pecho hasta que fui madre y amamanté y me di cuenta que mi tan odiado pecho cumplía de sobra su finalidad biológica real. Es un camino largo y complejo que tendrá que recorrer. Asume que nada de lo que digas va a facilitarle realmente eso proceso y limítate a acompañarla y escucharla, que creo que es lo más importante. Tampoco permitas que vuelque en ti su frustración o su envidia. Tu no puedes evitar que tu pecho sea así y el suyo asao.
VeronicaInvitadoDesde mi adolescencia estuve acomplejada con mi pecho , me opere hace dos años y tan feliz.
No tiene nada malo , por mucho que se lo digas si a ella no la gusta , es ella la que tiene que mirarse al espejo y gustarse , por experiencia propia , a mi me daba igual que me dijeran que era preciosa y estaba bien.ClauInvitadoEs curioso porque, si la del poco pecho fueras tú y no la abuela paterna, también te responsabilizaría a ti. En este caso, hay también un padre que la «hizo». De hecho, la herencia genética que la acompleja viene de esa rama, y entiendo por lo que cuentas que de él no dice que la hizo «mal».
Sé que la relación entre madres e hijas puede ser muy complicada, sobre todo en la adolescencia, porque la madre es un espejo para lo bueno, pero también para lo malo, un apoyo emocional, pero también objeto de descarga de todas las frustraciones. Si la estás apoyando para que se quiera, estás haciendo lo correcto. Yo no tuve esa suerte, y me hubiese gustado mucho.
Lo que quizá sería un buen remedio es que pruebes a ponerte firme y no permitirle que descargue de esa forma injusta contigo. Decirle, por ejemplo, que tú no elegiste tu cuerpo, que tampoco es perfecto y que no se te ocurriría culpar a tu madre por él; que el amor a una misma es el mayor acto de rebelión, y que ya hay bastante gente en la sociedad que intentará hacerla sentir mal con su cuerpo (y con su forma de ser, su éxito profesional, etc.) como para que ella misma lo odie; y que siempre estarás ahí para apoyarla, pero que es fundamental que pelee por quererse y no busque la aprobación en otras personas ni la comparación constante con otros cuerpos.
Mucho ánimo en esta etapa, que pasará. Lo estás haciendo bien.