puedes hacer chuches saludables en casa, los panchitos los puede comer naturales, creo que le das demasiado bombo, y no, no eres flexible si el niño tiene que preguntarte en una reunión. Hay que establecer una buena relación y así no creo que vayais por buen camino. Hazle pizza en casa de base de coliflor, hay mil maneras de comer esas «guarrerias» de forma más saludable. Es sólo una opinión.

Yo en casa cocino sano y no compro porquerías. Cuando vamos a un cumple o a una fiesta, mi hijo es libre de comer lo que quiera que haya. A veces come muchas guarradas, y otras ninguna. Cuando volvemos a casa, no se queja ni pregunta porque ya sabe que son cosas de días de fiesta, no de diario ni de tener en casa. Alguna vez que pregunta en el super si podemos comprar x pues le digo que no, que eso es para fiestas, le explicó porqué no es algo para comer de forma habitual y listo.
¿Que yo preferiría que se comiera mejor en los cumples infantiles? Pues si, tenemos una miserable cultura alimenticia, y cuando es mi turno, hago cosas ricas pero menos guarradas, tipo pizza casera, bizcocho sin azúcar etc. Pero tampoco creo que vaya a pasarle nada por comer lo que quiera en días puntuales, y opino que prohibirselo solo haría que no lo comiera por obligación pero no por elección propia, que es lo importante para que lo siga haciendo el resto de su vida, cuando no esté yo para prohibir.
Eso sí, los comentarios de los demás que se los meten por donde les quepa

¿Te digo lo que pienso?

Lo tienes perdido de calle.

Y no, no tiene nada que ver con tu forma de educación. Como puedes ver en los comentarios anteriores, muchos que se han criado con una familia concienciada con la buena alimentación al final han acabado sucumbiendo a la comida basura como si no hubiera un mañana. ¿Por qué ocurre así? ¿Por qué parece que la educación no sirve para nada? Porque la comida ultraprocesada está pensada precisamente para hacernos adictos. Una vez la pruebas, se acabó, ninguna comida «real» va a poder darte lo que te da un maldito ultraprocesado jamas.

Y en el mundo en el que vivimos a día de hoy, es IM-PO-SI-BLE no probar jamás un ultraprocesado. Ya has visto la presión social que existe por que tu hijo coma ultraprocesados, como si no fuera suficiente ya el hecho de haber creado un «alimento» hiper adictivo. Es imposible escapar de los ultraprocesados, tarde o temprano todos los que estamos vivos en la sociedad en la que estamos acabamos probando uno. Y ya no vuelves a salir de ahí.

Lo bueno es que, al menos, nuestras familias concienciadas nos inculcan una base, unos principios de nutrición, que nos permiten ser algo más conscientes de cómo comemos y cómo influye en nuestros organismos. No podemos dejar de comer ultraprocesados, y casi segurísimo que nos acabarán matando tarde o temprano, pero gracias a nuestra educación podremos quizás ganar unos años de vida.

En fin, mucho ánimo, porque ya te digo que tienes la guerra perdida de antemano. Luchas contra una industria poderosísima que ha lavado el cerebro de varias generaciones.

Entiendo tu punto de vista y comparto que hay que comer de forma saludable, pero comer de vez en cuando pizza o chucherías NO ES MALO.

Además, hoy en día existen las opciones saludables. Mi pareja hace pizza casera (por ejemplo), y así se queda tranquilo sabiendo qué ingredientes lleva la pizza y escogiendo los más saludables para elaborarla. Y te puedo asegurar que nadie echa de menos la pizza ultraprocesada de Tarradella.

Debes dejar que compruebe por si mismo si le gustan (dejar que en los cumples las toque, las lama, las muerda y pruebe las diferentes texturas sin meterte con su elección y sin concederle permisos) y en caso afirmativo buscar opciones saludables, así aprenderá a obtener lo que le gusta a través de la alimentación saludable y tendrá una relación más sana con la comida :)

Creo que está genial que en casa le eduqueis para comer sano. Eso es top.

Pero tanta restricción alimenticia puede que se vuelva en vuestra contra y le genereis ansiedad por comer.

Creo que es bueno que le animeis a tomar sus propias decisiones en este tipo de situaciones, animandole a tomar opciones sanas pero respetando que también quiera disfrutar de la comida. Igual al darle libertad para elegir toma la decisión por si mismo de comer sano. O no, pero al menos disfrutará de esas comidas excepcionales sin la presión de sentirse reprimido.

La comida no es sólo el acto de comer, también es disfrute, costumbres y tiene un gran componente psicológico.

A mi prima le pasaba lo mismo con sus padres. Y hubo una época de pequeña en la que se atiborraba a escondidas. Es una chica sana pero le pasaba lo mismo que se ha dicho en otros comentarios, era tremendo verla comerse dos tabletas de chocolate milka de una sentada.

No podéis evitar que haya procesados en el mundo pero sí podéis enseñarle a elegir desde el respeto a sus decisiones y en cantidades y momentos razonables. La relación de tu hijo con la comida no es sólo fisiológica, el componente psicológico y desarrollar una relación sana con la comida también es una parte fundamental en su crecimiento.