Mi madre siempre ha sido sobreprotectora conmigo y con mi hermano. Pero en los últimos años está pasando unos límites intolerables, también con mi padre. Controlar siempre a dónde vamos, por qué, con quién. A mi padre le ha llegado hasta seguir para ver a dónde iba.
En cuanto a mi, siento que soy como la oveja negra de la familia. Nunca he oído de su boca un «qué orgullosa estoy de ti», en cambio sí he oído infinidad de veces que ella se esperaba tener una hija en imagen y semejanza a ella, que yo soy rara, que está muy decepcionada conmigo…
La verdad es que nunca les he dado ningún problema a mis padres. En el colegio siempre he sacado buenas notas, no he sido nada rebelde… Al acabar el colegio empecé la carrera de medicina (carrera que por cierto, ella estaba en contra de que la hiciese). Estudié los 6 años lejos de casa, y la verdad que me vino bien volar sola por primera vez, sin sentirme dependiente de nadie. Las críticas siguieron ahí, por supuesto. Una de las que más me dolieron fue cuando estando en el último año, me dijo delante de todo mi grupo de amigos, que yo iba a ser una médico muy mediocre.
He tenido y tengo muchas inseguridades. Recientemente me diagnosticaron fobia social, lo cual me preocupa por mi profesión, no sé si podré ser buena profesional, aunque sé que el problema está en mi poca autoestima…
He acabado la carrera, y he vuelto a casa, me quedaré bastantes meses a la espera de unos resultados de una oposición que me he preparado. La ansiedad crece y crece conforme pasan los días, la convivencia es terriblemente difícil con mi madre.
Por poner el último ejemplo, hace tres días, fui al médico, me despedí de mi madre diciendo que ahora volvía, y empezó a gritarme que a dónde iba. Le dije al médico, y empezó a interrogarme que por qué no voy con ella, que en esta familia no debe haber secretos, que si tengo algo que ocultar… Como iba a llegar tarde me despedí diciendo «Voy al médico, tampoco te tengo que dar tantos detalles, respeta mi privacidad, hasta ahora»
Pues desde ese momento me ha retirado la palabra, me «castiga» con sus silencios y sus muecas de desprecio, cuando intento hablar con ella no me contesta o me cierra la puerta en mis narices. Hoy he vuelto a intentar hablar con ella, y me ha soltado que está muy decepcionada conmigo (sí, otra vez), que no le interesa tener una relación así conmigo, que para ella es mejor cortar la relación. Que ella es muy radical, y si la corta será para siempre. Yo estaba callada anonadada, han salido en mi defensa mi padre y mi hermano diciendo que se estaba pasando bastante, que la que tiene un problema es ella… Y ella ha empezado a llorar, a insultarme (gilipollas fue lo más suave), y diciendo que ella no se merece tener a alguien como yo de hija.
Obviamente este numerito no es el primero ni será el último. Siempre hace lo mismo, se hace la ofendida, me hace sentir mal haciéndome creer que yo soy culpable de su sufrimiento, me obliga a pedirla disculpas y vuelve a estar bien conmigo.
Una de las psicólogas me dijo que esto se llamaba chantaje emocional, y que no se lo podía consentir. Pero claro, es difícil la verdad… Me tragaría mi orgullo con tal de estar bien con ella.