Hola Alba,
La verdad es que te entiendo completamente porque he estado en tu misma situación. Por desgracia, los padres no siempre entienden las aficiones de sus hijos (y por lo visto, el resto del mundo tampoco). Pero no te preocupes, no tienen porqué entenderte.
Tú has saltado a la defensiva, cierto, pero es que estando en esa situación, cualquier provocación, de tu madre en este caso, te saca de tus casillas. Lo único que quieres es vivir tu vida tranquila sin que estén cuestionando en qué gastas tu tiempo libre continuamente, porque lo cierto es que nadie tiene derecho a hacerlo. Ni tu madre ni nadie. Pero la realidad es que no vives sola y el buen ambiente de tu casa es responsabilidad de todos los que viven en ella, tú incluida.
Lo que te puedo decir para que sobrelleves la situación hasta que tengas capacidad para irte de casa, es que revises tus expectativas. Sé consciente de que tu madre no va a aprobar tus aficiones y te lo va a verbalizar siempre que le parezca oportuno. Lo único que puedes hacer tú es no entrar al trapo. Cuando te haga un comentario de esos, intenta ignorarlo. Es su opinión y seguirá siéndola, y no es más que eso, una opinión más. No te lo dice por controlarte, te lo dice porque no lo entiende, y para ella es una pérdida de tiempo y no quiere verte sufrir. Te lo dice desde el amor que te tiene y desde la ignorancia, porque no entiende qué ves tú en una afición que a ella no le gusta. Sabiendo que te lo hace desde el cariño, y no por fastidiarte, puedes hacer un poco las paces con los sentimientos que te genera escucharla decirte esas cosas. Si lo dice, pues bien. Yo creo que lo mejor es o no decirle nada o encogerte de hombros sin más, pero no te pongas a la defensiva porque ella no te está atacando, sólo se preocupa por ti.
Si no eres capaz de ignorar sus comentarios y mantener la calma cuando te los hace, tendrás que actuar para que no se produzcan y evitarlos. Puedes cambiar de hábitos, jugar cuando ella no te vea y evitar que se den esas situaciones. No te merece la pena vivir a la gresca con ella. Intenta que el ambiente sea lo más apacible posible por tu parte y cuando vivas sola, ya tendrás libertad para hacer lo que te rote, que seguro que llega antes de lo que crees. Puedes aportar al buen ambiente de la casa cambiando tus hábitos y podrás seguir haciendo lo que te gusta sin que te molesten, te cuestionen o te irriten. No esperes que ella cambie, actúa tú.
Mucho ánimo, las relaciones con los padres son muy difíciles a esas edades en las que ya somos adultos pero aún convivimos con ellos y seguimos sintiéndonos sometidos a sus dictámenes. Pero lo dicho, depende de ti que cambies la actitud frente a la situación y la veas de otra manera.