Mira que yo fui la que la animó, la le dijo ¡venga mamá, que seguro que te sienta genial tener una vida nueva! Pero ahora estoy HARTA de la concejalía, del ayuntamiento, del PP, del PSOE y de su santa madre.
O sea es que son las doce de la noche Y TODAVÍA ESTABA EN UN PLENO. Está agotada, no tiene fuerzas para nada, vive por y para el ayuntamiento, no podemos ni desayunar tranquila porque la paran TODO el rato para preguntarle mierdas, hay veces que no sabe ni por dónde salir, la gente es súper maleducada y le hablan fatal, ella se siente mal y encima pide perdón!!!
En casa le hemos dicho de todo para que lo deje, reduzca o haga algo, porque de verdad que está muerta en vida, por la calle va aparentando que está como una rosa y llega a casa y se derrumba cuatro de siete noches. Es que no es justo.
No sé si le queda grande, si ella se ha hecho pequeña o si hicimos mal aventurarnos en esto, el caso es que ahora ‘no se lo puede dejar’ y yo ya no sé qué hacer para apoyarla, porque os juro que en segunda persona también estoy hasta el pichín, no puedo con el bucle que lleva, siempre las mismas conversaciones, los mismos dramas, la misma gente…
Qué asco de política!!!