Buenas días-tardes-noches, damiselas:
A ver, ¿cómo empiezo? Sonará a topicazo de película romántica noruega mala, de esas que ponen en La 1 los findes por la tarde, pero la verdad es que mi vida sentimental siempre ha sido para echarle de comer aparte. ¿Para qué mentir? Durante mi existencia solo me he encontrado con gilipollas que o me han tenido a su lado para aprobar latín o se han ido a otro país de erasmus sin decirme nada y cuando han vuelto me echan en cara toda la mierda del universo o se me casan y, para colmo, su novia me ha hecho dama de honor porque soy la mejor amiga de la universidad de su novio. ¿Qué hago, Súper? ¿Me mato?
La culpa es mía, que soy tonta. Y lo digo con razón de causa, porque después de estar buscando a mi «príncipe azul» durante años ahora me he dado cuenta de que aquel que cumple todas mis expectativas y más lleva 14 años a mi lado siendo mi mejoe amigo.
Nos conocimos en 1° de la ESO y nos hicimos amigos sin apenas darnos cuenta. Compartíamos miles de cosas como el convivir con 26 imbéciles que nos hacían la vida imposible:a él por ser un chico enclenque al que le gustaba bailar y a mí por gorda y cerebrito. ¡Ole la secundaria! En fin, que nos hicimos inseparables hasta el punto de que en 4° de la ESO, al ver que nadie nos tocaba ni con un palo, prometimos casarnos si a los 40 aún estábamos solteros.
La vida fue pasando y después de Bachillerato, tuvimos que separarnos. Seguíamos manteniendo el contacto, pero cada uno hacía su vida hasta que. Algo que nunca paró fueron las bromas picantes y las matrimoniadas basadas en ese pacto que hicimos con 15 años. ¡Ya ves tú!
Sin embargo, desde hará un año y medio, todo se ha vuelto mucho más… ¿real? Hasta el punto de ayudar en los preparativos de la boda de su hermana mediana, hablar de nuestras familias y nuestros otros amigos, interesarnos por nuestro día a día, complacerme cuando hacemos planes y, lo que esperábais, BESARNOS. Sí, solo ha pasado 2 veces en 1 año y medio (¡ea! Ya os he dicho que soy gilipollas).
El caso es que no sé qué piensa él. A mí él sí que me gusta y ambos hemos fantaseado con hacer planes de futuro, aunque siempre con algo de broma, pero no sé si él también ha dejado de verme como una simple amiga del instituto. Mis amigos chicos (me he pasado al lado oscuro para preguntar) me dicen que ellos nunca han besado a sus amigas y menos repetido, pero estoy hecha un lío porque si me lanzo y al final es que no, pues me cargo una parte de mi vida que es esencial: nuestra amistad.
¿Qué pensáis? ¡¡¡Mil gracias!!!