Madre mía chicas, me han cambiado el osteópata en mi seguro. Voy a menudo porque tengo dolencias en la espalda que si no las voy tratando me cargo mucho y me bloqueo. Hace unas cuantas sesiones que me lo han cambiado y esta como un tren. El caso es que me pone a mil por hora cada vez que voy. Eso de que me haga desnudarme, en parte claro. La camilla a la altura de su miembro que me roza y me roza por todas partes o me estoy montando yo una película que no veas. El caso es que alguna perlita suelta, que si que piel mas suave tienes, se nota que te cuidas, que que guapa has venido hoy, roce por aquí, roce por allá.
Que si se le alarga el masaje hacia las axilas mas de lo normal. Cuando noto su «cosa» creo que en reposo reposo no está. Se ha encargado de dejarme claro que no tiene pareja y que está libre, aunque muy sutilmente pero lo ha hecho. No puedo vivir así me pone a mil. ¿me lanzo y le pido una cita?, ¿Qué puede pasar? ¿Qué me diga que no? La fantasía de hacerlo en su consulta me persigue no os lo niego pero no me parece correcto. Ese pijama blanco ese cuerpazo que tiene y huele tan bien. Alguna vez también me ha dicho que bien hueles. Algo me dice que si me lanzo triunfaré ¿vosotros que haríais?