Mi madre falleció el pasado 13 de junio tras luchar seis años contra su segundo cáncer, de huesos. Murió a los 64 años. Llevaba desde los 20 casada con mi padre. Nunca fueron unos padres perfectos, pero mi madre siempre fue cariñosa y responsable con nosotras (somos 3 hermanas de 44, 38 y 32 años, yo soy la menor), y todo el mundo la quería mucho.
Mi padre, en cambio, siempre ha sido una persona muy dificil, maltrató psicológica y económicamente a mi madre, pegó a mis hermanas (palizas) cuando eran pequeñas y adolescentes, ha tenido problemas de ludopatía, consumo de drogas y, lo que le ha acompañado siempre, la alcoholemia. A pesar de todo, trabajó hasta jubilarse, quedándole una buena pensión y, afortunadamente, nunca nos desahuciaron ni dejó una sola factura impagada. Siempre nos dio lo mínimo, eso sí: zapatos rotos, ropa vieja, nada de vacaciones ni extraescolares y no nos ayudó a ninguna a pagarnos nuestras carreras o carnets de conducir (nos exigió ponernos a trabajar desde los 16 años y darle todo, o casi todo lo que ganábamos hasta independizarnos).
Como digo, no es una persona de trato fácil y a nosotras siempre nos ha costado quererle. Con la enfermedad de mi madre, siguió consumiendo alcohol y nunca la cuidó como debía, pero mi madre nunca quiso dejarlo; solo a lo último de su vida cogió las riendas y aceptó irse a casa de mi hermana mayor a pasar sus últimas semanas, porque no quería ver a mi padre… Pues bien, tras fallecer mi madre hemos averiguado que, al menos en el último año, se ha gastado 10.000 euros en putas. Hemos conseguido que confiese que, incluso cuando mi madre estaba terminal en casa de mi hermana, han ido prostitutas a su casa, a la casa donde nos criamos, y ha tenido relaciones en la cama en la que finalmente falleció mi madre (su deseo era morir en su cama).
Incluso durante el confinamiento, que nosotras no íbamos a ver a mi madre por si éramos asintomáticas o llevábamos el virus en la ropa, él ha estado yendo de putas mientras vivía con ella, con todo el riesgo que ello supone para una persona tan debilitada como ella estaba… Y me siendo super culpable por no haberme llevado a mi madre de ahí.
Como podéis suponer estamos profundamente dolidas, como hijas, mujeres y feministas. La falta de respeto hacia mi madre es brutal. Y ahora nos sabe fatal haber permitido que mi padre se acercara a ella en sus últimos momentos (pensábamos que si no le dejábamos verla, empeoraría su alcoholemia), a pesar de que ella no lo quería ver (imagino que sabía más que nosotras).
De haber sabido que mi padre estaba haciendo eso (irse de putas), ni de coña le habríamos dejado verla.
Me siento fatal, super culpable, y no sé bien cómo manejar la situación con mi padre. Dice estar arrepentido, y estar dispuesto a cambiar y a ingresar en un centro de desintoxicación por la alcoholemia (ya está en tratamiento ambulatorio, aunque sigue bebiendo). Claro que no me creo nada de él, no es de fiar, pero consigue darme pena… No sé porqué. Además, nos da miedo que deje su parte de la herencia (50% del piso) a alguna prostituta que se lo camele, en vez de a nosotras. Ya sé que pensaréis que eso no debería importarnos, pero como están las cosas actualmente con el tema de la vivienda, heredar ese tercio que me correspondería me ayudaría mucho a darle un hogar a mi familia.
Además, que con lo mal que se ha portado siempre con nosotras, que ni a comer nos invita nunca, no queremos que eso se lo acabe quedando una desconocida.
Volviendo al tema emocional, me gustaría saber si alguien ha pasado por algo similar, si es normal que me sienta así (culpa por no haber podido hacer más por mi madre, dolor cabreo, odio y, a la vez, pena por mi padre) y como manejarlo… Creeis que algún tipo de terapia me podría ayudar?
No paro de pensar en este tema, en pensar en mi padre haciendo esas cosas… Y me entran arcadas, y lo odio, y me siento fatal por mi madre… La verdad es que no sé muy bien cómo manejar todo esto…
Gracias por leer mi parrafada.