La atracción no es algo que podamos controlar. Hay a gente a la que no le gustan las personas bajas, otras no las quieren altas, algunas personas prefieren los kilos de más, otros los de menos, otras los ojos claros etc etc y por lo que sea a ti no te pone tu novio con obesidad.

A las que le decís que no tiene que responsabilizarse de su salud, pensad que es su pareja y es normal que lo haga. Ganar más de 50 kilos no es poca broma y es normal que se preocupe por si tiene problemas en el trabajo, con ella o que le anime a cuidarse. Yo tengo un familiar que ha ganado 40 kilos, que come siempre comida basura, el colesterol por las nubes, una vida muuuy sedentaria, la respiración fatal…. y que queréis que os diga, le decimos que tiene que cuidarse. Que sí que ya sé que a los gordos el «me preocupo por tu salud», a veces se les dice sin ser verdad porque pueden estar perfectamente sanos; pero si no es el caso es normal preocuparse.

En definitiva, no es tu culpa, le animas a que se cuide y no quiere. A ti no te atrae, tendrás que hacer un balance de lo que te compensa y lo que no.

Siento no haberlo escrito todo en el mismo post pero dudé si contar o no mi experiencia.

Han pasado 2 años. Ya ni estarán juntos ni nada. El único motivo para describir en un post antiguo es para que la persona que lo escribió nos cuente como acabó la cosa.

Hola!
Tuve un caso similar al tuyo. Me sentía como si estuviera presa, pues no podía ser infier y a la vez no me gustaba mi pareja obesa. Me sentía mal por eso. Me armé de valor un día y se lo dije.
Salió peor. Me estaba convirtiendo en una codependiente tratando de controlarlo y hacer que cambie por mi.
Entonces decidí divorciarme y eso que tengo 3 hijos. El se enojó muchísimo y me llamaba superficial y gordofobica. Pero seguí adelante con el trámite. Tal vez te parezca increíble, pero el sacerdote de mi religión me escuchó y me apoyó. Empecé a ir a terapia y a un grupo de codependientes anónimos y mw si cuenta de muchas cosas. La primera, que yo no podía hacer nada para que el bajará de peso (aunque recibía infinidad de consejos de que le cocine sano o que lo anime a ir conmigo a caminar). Eso no sirve de nada. Las ganas de recuperarse las tenía que tener el y yo no podía hacer que cambie. La segunda, que el era obeso por un problema emocional que el tenía, y que la obesidad era porque no quería conectar con las personas y con la gran panza que tenía lograba alejarlas. Me di cuenta que yo no me divorcié por la obesidad ni que soy superficial, sino porque me sentía terriblemente sola, estando acompañada y en realidad me sentía infeliz y codependiente. Busca un grupo de CODA o codependientes anónimos, son gratuitos y seguro hay un grupo cerca de tu casa. Ahí encontrarás alivio y respuesta.

Hola, también me han llegado mucho sus testimonios. Cuando conocí a mi pareja era bastante gordo (sobre 100 kilos) pero honestamente me gusto tanto su forma de ser que deje de lado ese tema. Con el tiempo nos afiatamos mucho y el comenzó a adelgazar. Llegó un momento en que todos lo encontraban guapo ya que comíamos saludable y hacíamos muchas actividades. Nos fuimos a vivir juntos y tuvimos un hijo hermoso. Desde ese momento todo comenzó a decaer. El aumentó mucho de peso y los problemas en la cama también. Yo ya no sentía ganas de estar con él y cuando llegaba el momento pasaba a ser una obligación y más tarde sentí repulsión. Comenzamos a alejarnos y se sumaron problemas de otra índole. Cada quien vivía su mundo aparte. En octubre del año pasado lo dejé y me fui a vivir sola con mi hijo. Es un tema importante el del peso. El cuidado que le das a tu cuerpo tiene que ver con el respeto y amor que sientes por el otro. Y cuando eso no está, se apaga todo lo que haya estado encendido. Espero que hayan encontrado solución a sus problemas. Saludos