Me hace mucha ilusión escribir este post, como tengo pareja estable desde hace trece años no me ocurren cosas anecdóticas más allá de algún golpecito que nos demos, y es mucho más divertido leer los encuentros con extraños de Kinder.
Pero hoy me ha ocurrido una cosa que merece la pena ser contada. Por fin.
Mi novio tiene un fetiche muy intenso con ver mujeres fumando, es tan intenso que solo con que me vea coger un paquete de tabaco empieza a empalmarse. El problema está en que yo no fumo y siempre he sido antitabaco, razón por la que no lo hacemos mucho.
Como no ocurre con mucha frecuencia le hago bastante espectáculo, me maquillo, a veces hasta me depilo y me pongo los taconazos que le gustan.
Pues hoy estábamos celebrando por segunda vez nuestro aniversario a tope con tabaco incluido, en la posición del misionero, como yo soy bastante torpe me he tirado ceniza en la cara, él ha parado y me ha preguntado si estoy bien (lo estaba, no me he quemado) y, con toda su buena intención, ha soplado para quitarla, pero ha volado directamente a mi ojo.
Y ahí estábamos en la cama, él con media erección mirando dentro de mi ojo preguntándome si quería ir a urgencias (es un poco exagerado con las cosas de salud) y yo sin querer llorar porque mi rímel no es resistente al agua.