Esta debe ser la historia con la casualidad más grande que nunca haya sucedido en un chat.
Fue hace unos cuantos años, no recuerdo exactamente. Soy malo para las fechas.
Un día me dio por entrar al chat de terra, un chat ya extinto que tenía el encanto de no tener espacio para fotos ni perfiles. Solo había texto. Lo importante en este chat eran las palabras, y eso fue lo que me atrajo a él.
En la parte derecha de la pantalla estaba la barra con todos los nombres de usuario de los participantes, y ahí me fijé en ella, o sea, en su nombre, se llamaba Malena.
Saludé a Malena y ella respondió, y estuvimos hablando por varios minutos conociéndonos un poco.
Malena me preguntó cómo había acabado en ese chat, y yo le conté la verdad. Le dije que hacía tiempo que una fantasía rondaba por mi mente, y que ese chat era perfecto para compartirla con alguien, por lo de ser un chat anónimo, sin fotos ni perfiles.
Solo quería hablar de ello con alguien, y le dije a Malena que si no le gustaban estos temas lo iba a entender, que no quería incomodarla. Pero Malena reaccionó como yo no me esperaba, con mucha curiosidad.
Me preguntó de qué se trataba y yo le dije que llevaba ya un tiempo fantaseando con recibir una lluvia dorada. Que me ponía mucho pensar en ello.
Malena me hizo un montón de preguntas, preguntas que yo gozoso respondí. Era eso lo que buscaba, ni más ni menos.
Le conté que no soy sumiso, sino más bien lo contrario, y como suelo estar con chicas más bien sumisas, no les puedo proponer esta fantasía. Ya lo había intentado con dos amigas antes y fue un fracaso, por lo que había dejado de intentarlo.
No quería ni quiero estropear relaciones que funcionan por una simple fantasía.
Luego Malena me preguntó cómo me gustaba o cómo me lo imaginaba, la fantasía, y yo le hice una descripción lo más gráfica y detallada posible. Me abrí totalmente. Era fácil con el anonimato que daba el chat de terra. Se lo conté todo.
Y Malena, después de leer mi texto, me dijo que si no me parecía muy loco, podíamos vernos esa misma tarde para tomarnos un café. Solo para un café.
Dije que sí.
Ni yo sabía cómo era ella ni ella sabía cómo era yo, pero tampoco importaba si solo íbamos a tomar un café.
Quedamos en una cafetería y cuando la vi aparecer no pude dejar de pensar en que Malena era totalmente mi tipo, bueno, uno de los que tengo, pero no podía hacerme ilusiones. Solo un café.
Nos pedimos un par de cafés y conectamos muy rápido. Éramos como dos amigos que llevan mucho tiempo sin verse y quedan para charlar un poco de todo, como si nos conociéramos de toda la vida.
Y volvió a salir el tema. Bueno, lo saque yo.
Malena confesó, me dijo que le llamaban mucho la atención las cosas raras, que nunca antes había pensado en probar algo así, aunque sí había visto vídeos y le habían gustado. Y después me dijo que al leer mi descripción sobre cómo me imaginaba mi fantasía había sentido como un chispazo en el coño (o en el clítoris, no recuerdo bien) y que por eso me había invitado a tomarnos un café.
No quise quedarme con la duda, así que directamente le pregunté si quería hacer realidad mi fantasía.
Dijo que sí.
Sé que en internet hay mucha gente poco tolerante con los gustos de los demás, por lo que creo que no voy a poner más detalles aquí, solo que fue una de las tardes más eróticas y sensuales que recuerdo.
Eso y que igual que hace años en el chat de terra, encontrar a alguien con quien hablar de ello estaría muy bien. Hace mucho tiempo que no lo hago (hablar de ello), y ya no hay chat de terra, pero el email nos puede servir.
Si es importante, tengo 32 años.
Mi email es [email protected]
Y si has llegado hasta aquí, gracias por leerme.