Y de la teoría de «se muere la generación de hierro para dejar paso a la generación de cristal» llega «todos los eventos vitales normales son actualmente fuente de angustia», seguida de su gran amiga «la mayoria de las pequeñas inconveniencias de la vida las puede gestionar uno mismo»
Totalmente A.B.S.U.R.D.O. Y no dejan de ser comentarios que demuestran una gran falta de inteligencia emocional.
Primero de todo, decir que es completamente ilógico llamar a una generación «generación de hierro», haciendo referencia a la fortaleza psicológica, cuando la «inexistencia» de problemas psicológicos se debía única y exclusivamente por la invisibilidad de la salud mental.
¿Podemos decir que vivían con menos comodidades? Por supuesto. ¿Psicologicamente tenían menos problemas? JÁ JÁ. No saber ponerle nombre no supone que dicha generación esté llena de traumas y sufrimiento reprimido. Diferente es que queriendo ocultarlo y mostrarse «valientes», porque esto de la salud mental son «tontadas» dichos problemas nonse muestren cómo tal, y se reflejen de formas menos evidentes.
Dar visibilidad y poder darle nombre a nuestros problemas no sólo nos permite sentirnos más comprendidos y arropados, si no a conocernos a nosotros mismos, lo que obviamente nos permite un mejor afrontamiento REAL de los problemas.
También decir que infravalorar problemas ajenos también es un gran error, ya que no todas las personas tenemos las mismas prioridades, ni la misma capacidad de afrontamiento.
Nos causa rechazo porque no queremos ver os reflejados en esas personas, no queremos asumir que también tenemos traumas con los que NO SABEMOS lidiar, que simplemente camuflamos bajo una falsa seguridad.
Y no hay ejemplo mas claro que el de aquellas personas que infravaloran los problemas de sus hijos por su edad. «pero si son solo cosas de niños». Y después se dan los suicidios o padres que se niegan a ver. Yo no soy psicologa, pero si enfermera, y he visto a madres negar anorexias diagnosticadas en sus hijas. Uno de los casos más sorprendentes fue elnde una madre que también era enfermera. Una persona con estudios, que sabe identificar la conducta de un TCA. Pero no, que su hija de apenas 40 kilos, si es que llevaga, «comía»
Y podría añadir mucho más, pero bueno.
Decir que no conozco a persona que tras haber pasado por manos de un buen profesional no haya cambiado su vida a mejor.
Diferente es que no entendamos que es un buen profesional.
Pensad que un psicologo es un ser humanos común y corriente, y cómo tal estudiar una carrera no te hace saber gestionar. Y si ya es difícil gestionar lo de uno mismo imagínense lo de los demás.
Además no siempre se congenia o se acierta a la primera.
A dia de hoy aunque no tengas recursos cerca de tu residencia decir que hay muchos profesionales que te atienden via online. Y algunos son increibles.
Como dice, en mi entornor fui la que empezó a ir terspia. Y muchos de los que se negaban a ir cuándo se lo recomendaba actualmente estan siguiendo un tratamiento, y todos coinciden en que sus vidas están cambiando para mejor, y que son mucho mas felices. Por algo sera, digo yo
Y recordar que un paicologo no encarrila tu vida ni resuelve problemas. Simplemente te da las herramientas necesarias para ayudarte a que tu mismo puedas hacerlo cuando, por x o por y, no te ves con fuerzas