PARTE 1
PARTE 2
Hola hola siguo cin mi experiencia. Espero acabar en este post… Jejeje
El tema de los ataques por su enfermedad parecía que se calmo. Seguíamos viviendo juntos. Cabe destacar que vivíamos en una ciudad distinta donde yo no conocía a nadie.
Yo veía que pasaban los días y eran todos una copia idéntica del anterior. Solo salía para ir a clase hacer las compras. Le pedía hacer cosas a el pero el solo aceptaba planes que fueran ir de restaurante a comer.
Yo trabajaba los fines de semana. Gracias a eso y a unos ahorros de trabajar anteriormente, pude ir manteniendome. Por que a diferencia de lo que entonces muchos pensaban, pagabamos absolutamente todo a medias. La comida, alquiler… Todo! Tuve que oir en muchas ocasiones que el me mantenía. Incluso los meses que iba algo más justa.
Al final lo convencí para irnos de vacaciones, eso si a casa de un familiar. Fue un error garrafal. Allí no sólo no aportó nada (ni tan siquiera tuvo los cojones de pagar una cena a la que nos había acogido en su casa durante casi una semana) si no que me encontré con más problemas con su madre (aun a 400km de distancia). Resulta que fuimos a ver a un familiar de el que vivía en la misma ciudad y por el manos libres la madre le espeto » Vigila bien a tu novia, dile que se comporte». Me quedé helada, que hizo el? «Vale mamá». Hubo mini bronca, y el lo de siempre » Es así, no la puedes cambiar, hay que poner de tu parte para que la relación vaya bien». En fin… No sólo fue esa vez que tuvimos vacaciones a costa de mi familia. Es nuestro gran defecto, le abrimos las puertas a cualquiera y no sabemos poner límites.
Nos volvimos para nuestra ciudad, a nuestro piso.
La relación cayó en la tónica que se venía repitiendo anteriormente, solo que ahora era semana tras semana.
Llegó un día en que yo decidí irme una semana a casa de un familiar, una semana en que yo lo heche muchisimo de menos, sin embargo al llegar, parecía ser que el no me había echado tanto en falta. Me encontré en la situación de que yo me moría por verlo y el no mostraba ninguna alegría. Es más, me dio un pico y a lo suyo, como si nos hubiéramos visto hacia una hora.
A mi eso me dio mucho que pensar. Pero como soy gilipollas, no hice nada. Más bien todo lo contrario.
Con mi familia siempre había planes. Así que un día, que nos ibamos a ir a pasar el día de compras a otra ciudad más grande, decidí, para intentar limar asperezas, ya que con sus padres había pocos planes, comentarle a el de que se vinieran, a el le pareció buena idea, y para allá que fuimos todos juntos en «amor» compañia. Gran error… O acierto. Desde ese día fue el punto de no retorno.
Su madre me hizo el vacío constantemente, teniendo gestos feisimos. Yo ya me cabree y puse mi cara de enfado, pero aún así siempre la. educación por delante, así que Non dije ni mu. Fue un día horrible en el que yo hubo un momento en que decidí, ya que era un cero a la izquierda, ir por mi cuenta.
A la vuelta yo iba haciendo fotos al paisaje, y grabando, con mi móvil del plesitoceno por que un sueldo de un trabajin de fin de semana no daba para móvil nuevo.
Iba como una patata, hacia lo que le daba la gana hasta el punto de que mandaba mensajes y hacia llamadas a su bola… Pero lo que yo pensaba que era una patata, me iba a abrir bien los ojos. En un descanso durante el viaje, yo quise entrar a un súper y deje el móvil en el coche… Con la mala, o buena, suerte de que se quedó grabando video. Yo la verdad que ni me di cuenta por que de echo al volver el móvil estaba apagado.
Termina ese fatídico día, y a la noche fui a casa de mis padres. Les enseñe las fotos y le dije que lo había pasado bien (no quería rallarlos con mis problemas). Ese día el durmió en casa de sus padres y yo en casa de los míos. A la noche me puse a hacer un cribado de las fotos del móvil y me encontré con el video, y al verlo vi que era un video erróneo, como otros tantos, y al ir a eliminarlo hubo algo que me dijo, por que no le echas un ojo? Y así fue. El video duraba media hora. Empezaba viéndose borroso y movido, y se me oía a mi hablar y alejarme. Y acababa con uno de sus padres apagandome el móvil. Lo que pasó entre medias… Me creo tal ataque de ansiedad que pensaba que me daba algo. Quería gritar, pero me ahogaba, quería llorar, pero no me salían las lágrimas. En silencio en mitad de la noche para no preocupar a mis padres. Cuando conseguí verlo entero del tirón serían las 5 de la mañana.
En el video, ver no se veía nada, pero lo que dijo esa persona de mí…
– Esta chica no vale para nada.
– Esta no sirve ni para su casa.
– El me ha contado esto o lo otro.*
– Es fea y mala persona.
– Trata fatal a nuestro hijo.
– Esta está por el dinero.
– Es una caprichosa
(*Si, me enteré de que el iba quejándose de mi, de que si dejaba los calcetines por la habitación tirados, o de que si no esto o lo otro)
Esas y otras cosas escuche… Varias veces. El padre solo se dedicaba a decir que si, y a darle la razón (la verdad es que siempre he pensado que por miedo). Hasta que se ve que me cogen el móvil, suelta otro para de improperios, y entre los dos consiguen apagarlo.
Me lleno de rabia, tristeza… De todo.
Después de todo lo que he hecho por su hijo y de lo que he tragado por tener una buena relación con esa mala persona!!
Al día siguiente quedo con el… En furia le digo que jamás voy a volver a ir a casa de sus padres, que no quería saber nada de su madre. Y más enfurecida me pongo cuando veo que el sigue diciendo que su madre es así.
Van pasando los días, y efectivamente todo sigue igual. Como meros compañeros de piso.
Yo hacia tiempo que había empezado a quedar con un compañero para salir de casa. Ibamos a dar un paseo andando o con las bicis, ya que el se encontraba en la misma situación que yo, no conocía a nadie en la ciudad.
Pasaban los días… La tónica pasaba de ser todas las semanas a ser cada tres o cuatro días. Ninguna nuestra de afecto, ningún beso, meses sin sexo.
Me empece a despertar en mitad de la noche, dándome cuenta de que el estaba zurrandose la sardina, seguía haciéndome la dormida mientras flipaba. No estoy en contra de la masturbación ni mucho menos, pero para mí entonces me parecía una falta de respeto.
Los días seguían igual, yo he de reconocer que el chico con el que iba a pasear me gusto desde un primero momento, pero no le di importancia. Yo tenía pareja y nunca pasó nada más allá mientras tanto.
Hubo una noche que me desperté notando algo… Y cuando quise darme cuenta me vi en una situación que hasta ahora me es surrealista toralmente. Me encontré a mi pareja entrando por la puerta de atrás (el tamaño de su miembro hacia que no fuera muy complicado). Me quedé paralizada, mientras el acababa, se daba la vuelta y a dormir. Me quedé paralizada horas. No supe que hacer. Sonó el despertador, y como una autómata hice lo de todos los días. Estuve todo el día intentando encajar que había pasado, por que no me lo creía.
Por la tarde quedé con el chico, como todos los días, para salir a hacer algo de ejercicio.
He de contaros que yo cuando empece esta relación estaba pensando unos 60kg, y era una chica súper deportista que se cuidaba un montón Empece a tomar la pastilla anticonceptiva, y entre eso y los planes de solo se sale a comer y la ansiedad que me provocaban ciertas situaciones con el y su familia, engorde más de 40 kilos.
Yo con el chico que salía a pasear empezaba a ver detalles que me sugerían que yo a el también le gustaba. Empezamos a tener más complicidad, el era atento y cariñoso conmigo… Pero yo no cedía. Tenía pareja y no podía ser.
La relación iba de mal en peor, no había por donde cogerla.
Sin embargo, el chico con el que salía a pasear me hacia olvidarme de esos momentos en casa, nos reíamos juntos… Intente un día quedar todos, intente que mi pareja saliera con nosotros a pasear, por que le venía genial, pero el entró en la tónica de videoconsola y que sólo se levantara del sofa para mear.
Un día el chico con el que salía a pasear, me dijo que se le acababa el contrato, y que se volvía a su ciudad. Yo me quedé triste. Antes de que marchase le propuse quedar un día para irnos de copas. Yo se lo dije a mi pareja, pero recibí un no por respuesta. Y no pudo pasar mejor cosa.
Esa noche hablamos, nos confesamos todo. Lo que sentíamos. Yo se lo dije. Ahora mismo tengo pareja. Pero le pedí que se quedara.
El fin de semana el marchó a ver a unos amigos. Volvía el domingo ya que aún le quedaban unos días en el trabajo.
Ese fin de semana me arme de valor y lo deje con mi pareja. Como no, intento hacerme chantaje emocional, recurrio a todas sus tácticas de victimismo, y consiguió que yo cediera un poco y que estuviera abierta a una reconciliación. Le pedí que se fuera del piso y me diera un tiempo.
Cuando llegó el domingo el otro chico, me llamó, me vio súper afectada, vino a mi casa y me consoló. Nunca intento hacer nada, siempre se mantuvo en su lugar.
Mientras tanto el chico que antes era un dejado, que ni tan siquiera me daba un beso, se volvió todo lo contrario. Me llenaba el WhatsApp de cosas bonitas, me hablaba a todas horas. Se apuntó al gimnasio, al fisio, al endocrino… Dijo que iba a cambiar por mi. Pero ya era tarde. Me abrazo tanto esa conducta que se lo dije, que no quería estar con el.
El chico con el que paseaba le quedaba poco tiempo, así que le volví a pedir que se quedara. El me pidió una razón y yo le dije que se quedara por mi. Así lo hizo.
Empezamos a salir más a menudo, nos dimos nuestro primer beso a las semanas, y el me pidió salir, yo le explicaba que todavía no podía decirle que si por que mi corazón no estaba en orden ni compuesto. Hasta que un día, a la tercera, le dije que si.
Nuestra situación económica nos hizo replantearnos dos opciones, o volver a nuestras respectivas ciudades con nuestros padres, o irnos a vivir juntos. Decidimos la segunda, los dos opinabamos que si nos ibamos cada uno a su ciudad la relación no iba a durar.
Mientras tanto el que ahora ya es mi ex pareja se metía por medio, sacando excusas para verme, o pidiendo cosas que quedaron en el piso cuando el marchó. Nos generaba problemas y yo me ponía mala solo de pensar que nunca me lo iba a quedar de encima. Pero un día el que era mi pareja se cansó y le puso las cosas claras. Desde entonces no he vuelto a saber de el.
Ahora mismo estoy casada con el chico que me salvó de aquella relación tan mala. Para mi es mi Ángel de la guarda, por que sinceramente no se si el no hubiera aparecido que hubiera sido se mi. Estoy enamoradisima de el y por mucho que a la gente le haya parecido precipitado nuestra historia me da igual, por que somos felices.
A día de hoy, mirando toda la historia con perspectiva, tengo que darle la razón a mis familiares. Si, tenía razón mi abuela, me merecía algo mejor. Si, tenía razón mi prima, yo no lo amaba ni lo amé, ni estuve enamorada, era lástima y cariño lo que sentía. Y si, tenía razón mi madre, acabe haciendo de enfermera. Saco en claro que mi situación me llevo a aguantar todo eso, por que yo pensaba que estaba sola, pero tenía a mucha gente que me quería a mi alrededor. Me pilló en un momento delicado de mi vida y aguante muchas cosas, pero gracias a Dios ahora estoy estupendamente, se poner límites, me se valorar, se el lugar que ocupo…soy felíz.
A día de hoy todavía sigo descubriendo cosas que mi familia se había guardado por no herir mis sentimientos. Ellos se alegraron muchísimo de que acabará la relación y de que encontrará al amor de mi vida. Todos están encantados con el y yo la primera. Lo quiero muchísimo a el y a sus padres. Su madre es una muy buena persona que me ha hecho sentir como una hija más.
La verdad que de todo esto lo que más siento es que me dejara tratar así por su madre. Es algo que no me perdonaré jamás. Y a día de hoy tengo una espinita clavada por mi actitud, por no saberme valorary dejar que me trataran así.
Sinceramente, soy la primera persona que defiendo que las personas con atenciones/capacidades especiales tengan relaciones sentimentales. Pero esto no puede significar que tengas que dejarlo todo, incluso a ti mismo, por esa persona. Siempre hay que recordar de donde se viene y el valor, la autoestima, quererse. Y estar por encima de los demás. Por que al final lo único que tienes eres tú. Estar por encima de los demás no significa ser egoísta, puedes dar tanto amor como te das a ti mismo.
Si alguna persona se encuentra en una situación similar, sea una persona con movilidad reducida o cualquier problema, o no, simplemente una relación tóxica, o se vea reflejada en mi historia, que lo cuente. Hablar de ello sana.
Yo en todo lo que pueda quiero ayudar, preguntarme lo que queráis.
Con esto no quiero decir que no se puede estar con este tipo de personas, si no que sus problemas no pueden afectarnos, y que a la hora de ver nuestros sentimientos, saber diferenciar entre lastima y amor.
Como veís, la toxicidad no entiende de géneros, de edad, de enfermedades ni de nada…
Espero que mi experiencia os haya ayudado de alguna manera. Muchas gracias por leerme. ❤