Y si tú le pegas un corte por q no le dice a su madre q deje eso correr q son dos días? Joer..

Lo digo con toda la seriedad que me es posible: yo me iba con un plato de patatas fritas, la tableta de Suchard y una caja de polvorones, y a la mínima que alguien dijera algo, voilà! Saco mis víveres y me pongo a comerlos en su cara. Contra la mala educación, un poco de gracia nunca está de más ;)
¡Mucho ánimo, compañera! ¡Y que nadie te amargue las fiestas!

Muy educadamente, que se tome la ensalada ella. Y si se pasa de la ralla… «Yo no he pedido la opinión de nadie sobre mi cuerpo, por favor, dejad el tema en paz y pasadme los turrones anda, que están muy lejos». Y siempre educada, pero de aquí no se pasa.
Ánimo =)

Normal que te entren ganas de mandarla a la mierda! Pero por experiencia te digo que callar hasta que no aguantes más y explotes tampoco va a ser bueno para nadie.
A veces el humor y la ironía hacen mucho.. Por ejemplo en el caso de ponerte ensalada en vez de ponerte patatas, pues te levantas coges patatas fritas, te las echas en tu plato y dices señalándote, este jamón de pata negra no se cria solo! Y a comer.
A veces nosotras mismas nos envenenamos y el mal rato nos lo llevamos nosotras y con humor aceptarán mejor que es lo que hay…
Aunque lo de mandarla a la mierda es muy tentador!
Por dos días no merece la pena discutir es cierto pero tampoco puedes dejar de ser tú misma.. Yo por no «asustar» a mi familia política al principio, (tengo mucho carácter, humor negro y a veces soy una bocachancla) callaba, sonreía y asentía para evitar problemas.. Y solo conseguí que los hubiera, cuando empecé a mostrarme como soy sin miedo a lo que pensaran fue cuando me aceptaron tal cual soy y la verdad es que me siento súper a gusto con ellos!

Ponte media ración de patatas de tu novio y a él métele media de tu ensalada, después, aunque los dulces estén lejos, levántate y coge los que quieras. Mejor si coges de uno en uno y te levantas muchas veces molestando y cortando el momento, verás como alguien te los acerca para que dejes de hacerlo.
Y a todo lo que digan, secundo que te lo tomes a risa, que seas irónica, y que no te dejes pisar. Quiere ensalada? Pues toma lechuga señora.