Hola a todas
Viendo los casos me he animado y lo cierto es que necesito leer opiniones imparciales y que (espero) no me masacren.
Conozco a mi novio desde hace 6 años pero siempre fuimos amigos, a la final se declaró y llevamos como pareja año y medio, no tengo quejas de como me trata: es respetuoso, hace deporte, no tiene vicios. Hasta ahí todo bien.
Pero empieza para mi el tema peliagudo: siempre me ha importando el estudio y eso ha sido lo que me ha sacado adelante, es el impulso que siempre me han inculcado en casa.
La cosa es que tengo 29 años y estoy a punto de acabar una maestria y mi chico tiene 27 años y no acaba su licenciatura, y no, no ha sido falta de recursos, sino que ya le vale que lo riñan en casa, se lo ha tomado olímpicamente. Incluso, llego a pensar que es un «niño de mamá» y por eso nadie le exige nada en casa (jamás le he oído que se ha puesto a asear su casa o ayudar a hacer las comidas siquiera).
Al principios mis amigas me dijeron que dejara de ser la «novia mamá» por estarlo pullando con el tema todos los días, incluso, hasta me senté a ayudarle con la redacción del trabajo final.. desde que empezamos a salir está en eso y nada que termina.
Eso me pone a pensar en si así va a ser para todo lo demás en el futuro, no quiero estar empujando gente todo el tiempo.
Lo segundo, es que a raíz de la pandemia, hemos dejado de vernos y de salir (y por ahí derecho, hemos dejado de hacer cosas de pareja) y ahora que ya no hay cuarentena, quiere que retomemos, incluso él ya empezó: sale con sus amigos como si nada (y eso que convive con más personas en casa) y lo cierto es que me da terror salir.
No veo necesidad a exponerme y en la calle nada tengo que hacer.
Cada que sale el tema, se molesta y yo solo esperaba que respetara mi decisión de seguir por mi propia cuenta «en cuarentena» (ya que tengo esa posibilidad).
Entonces por ese lado ya agoté todos los recursos de diálogo y no sé que hacer.
Lo quiero y muchísimo y por eso tengo la cabeza patas arriba de tanto pensar
Disculpen tremendo testamento y un abrazo