Lo siento de antemano por el textamento, pero creo que es interesante que conozcas este punto de vista.
La situación que describes me recuerda mucho a la de mis padres. Ahora tengo 25 años, y nunca he dejado de sufrir al verlos, de pequeña me daba miedo que se divorciasen, pero desde los 15 o así no hago más que pensar que porqué no lo hacen. Para mí como hija es una situación muy complicada, siempre me siento en el medio, los quiero a ambos y nunca quiero mojarme porque tengo un poco de miedo a mi padre, y esto es así por lo poco que mi madre se ha enfrentado a él, por lo mucho que le ha tolerado.
Esto ha tenido consecuencias en mi… por ejemplo, no creo en que sea capaz de ser feliz siempre con una persona, porque pienso en algún momento la relación se volverá una rutina mierdosa que nos amargará, y me da miedo convertirme en mis padres. Puede que al final me de cuenta de que estoy equivocada, pero es un pensamiento que tengo, aun estando enamorada e ilusionada, siempre está esa sombra en mi pensamiento que me encoge el corazón.
Puede que me equivoque, pero creo que tienes que pensar en ti. Al principio sería duro, pero piensa en dentro de dos años, por ejemplo. Imagínate con él, con tu vida como lo es ahora, e imagínate sola con tus hijos, con un trabajo y una estabilidad que has conseguido (porque creeme que lo conseguirias). Imagina una vida que dirijas tú, y que no dependa de una persona que no te respeta o no te hace feliz.
Reflexiona mucho, pero sobretodo, quierete mucho, creo que en eso está la clave. Suerte amiga!