Hola, chicas! Os escribo buscando no sé muy bien el qué, porque soy consciente de que quien se tiene que aclarar para tomar esta decisión soy yo. Pero bueno, por lo menos me desahogaré, y seguro que algunas opiniones cuerdas podréis darme. O igual alguna se siente identificada y podemos al menos lamernos las heridas pensando «no soy la única!» :D
La cosa es que desde hace un tiempo, yo diría que tal vez a lo largo del último año, el tema de la maternidad no sale de mi cabeza. Es como un martilleo constante, como un duendecillo dentro de mi cocorota diciéndome cada x: «oye, que se te acaban los cartuchos, no te olvides!». Y la cosa es que no sé si el duendecillo en cuestión es un infiltrado del patriarcado o si responde a un deseo escondido en algún rincón de mi ser!
En los últimos meses ha habido momentos en los que me ha parecido que si que quería ser madre, y me he imaginado decorando la habitación para el pequeño y organizando horarios, pensando en cómo encajaría un bebé en nuestra rutina diaria. Sin embargo, igual que la marea en Galicia sube y baja, cambio y vuelvo a cambiar de parecer; y si un día creo que es el momento y me veo cuidando al retoño al siguiente pienso en toda la libertad que me va a quitar y en las cantidades ingentes de trabajo que me va a aportar, y me parece la peor decisión del mundo.
He de decir que por la parte más «práctica» no habría problema: mi pareja y yo llevamos 11 años juntos, ambos tenemos trabajo estable y casa en propiedad sin hipoteca a la que acabamos de mudarnos. Peeero… el bucle eterno en mi cabeza!
Siempre he sido una persona muy independiente, me rechifla hacer cosas sóla y disponer de tiempo para mí: ir al cine, leer, dibujar… Y me da pánico pensar que mi coco vaya a hacer crack al ver que pierdo todo eso para verme envuelta en un torbellino de responsabilidades y con un bebé demandando atención constante (como es lógico que haga, claro está).
Nunca he sido de esas personas que tienen claro que quieren tener hijos, pero tampoco todo lo contrario. Siempre ha sido un «no, pero tampoco te digo que en algún momento…». Tampoco soy de las que babean con los nenes, más bien al contrario. Hay algunos que me caen bien y me gustan, pero son una pequeña minoría. Así las cosas, no sé si realmente ha llegado el momento o si la presión de saber que el tiempo se agota me está jugando una mala pasada y haciendo que me ralle con el asunto más de lo debido…
Acabo de cumplir 38 años, y aparte del tema biológico también pienso que no me gustaría verme mayor y con un crío pequeño… vamos, que es ahoramismoya o nunca! Por otra parte también pienso que debo tomar una decisión y comunicársela con claridad a mi pareja. Porque él si quiere ser padre; y aunque nunca me presiona con el tema creo que no es algo para dejar correr mucho tiempo más, porque me parece una renuncia demasiado grande para alguien que tiene claro que quiere un hijo en su vida…
Decir también que toda la parte física que conllevan el embarazo y, sobre todo, el parto, me horrorizan. Es feo decirlo así pero es lo que hay: escucho historias de otras chicas y de todas las horas y el sufrimiento que han tenido que pasar y me entra el pánico. Tal vez sea porque mi madre lo pasó francamente mal cuando me tuvo, y desde pequeña la escuché hablar del parto como algo traumático y dudar de mi capacidad el día de mañana para hacerle frente (de pequeña tuve epilepsia; y aunque ya no la padezco, mi cuerpo siempre ha reaccionado mal al dolor físico. En determinados contextos sigo siendo una persona bastante aprensiva y a veces me desmayo en situaciones que implican dolor).
A mí me gusta mi vida tal como es, las cosas como son. No es que tenga ningunha necesidad de cambiarla ni que eche nada en falta. Pero veo a algunos amigos con nenes que creo que lo están haciendo genial y que van a dejar unos seres humanos maravillosos para el día de mañana; y me da miedo arrepentirme o darme cuenta dentro de unos años de que ya no hay vuelta atrás… Vosotras qué pensáis? La presión social y mi reloj biológico me están haciendo una gran putada y debería mandarlos a paseo? O por el contrario debería intentar trabajar y superar mis miedos y tirar para alante? Os juro que estoy en una montaña rusa constante, me contraargumento a mí misma a cada rato y ya no sé ni lo que pienso en realidad! Aaaah!