Es normal que sientas rabia, lo entiendo perfectamente porque yo también he tenido motivos para sentir rencor hacia mis padres. Pero, ¿sabes qué? Tú debes seguir adelante. Has sufrido en el pasado, pero todavía tienes un futuro. Suena a tópico, pero para mí, la solución ha sido pensar que “el pasado no lo puedo cambiar, pero el futuro sí”.
No dejes que esa rabia y odio te impidan mejorar tu vida y conseguir vivir tranquila. No te digo que fuerces una relación imposible con tus padres, pero no te centres en lo que hicieron o podrían haber evitado. Céntrate en lo que puedes hacer tú ahora por ti misma y no pierdas más el tiempo en odiarlos. El odio y la rabia te envenenan y no te dejan ver que has empezado a vivir.