Primero le impones la religión al niño y al padre, porque dices que solo le informaste, pero no que le consultaras si le parece bien que su hijo vaya a catecismo, a pesar de que él es ateo. Hace el esfuerzo de perder horas de estar con su hijo para llevarle a las clases en las que no cree. Y encima pretendes que pague la fiesta religiosa en la que ni si quiera quiere participar y que no creo que vaya su familia.
Tienes una cara muy dura. Si quieres que el niño haga la comunión porque eres católica, le pagas la comunión tú y si no te puedes permitir el salón más grande del universo, haces una merienda picnic en un parque y listo. Además, la comunión debería ser una fiesta para encontrarse con dios, no para montar la mayor fiesta del siglo y que le regalen toda clase de cosas al niño.