Desde cría soy cat lover, pero por mi situación económica y por la ardua vida social que tuve, nunca adopté un gato.
Tras mudarme con mi novio, otro cat lover, a un piso en el centro de la ciudad, le planteé la posibilidad de adoptar un gato, siempre se negó, su criterio es que los gatos deben tener un gran jardín, y como pintaba la cosa… una casa con jardín la tendríamos de jubilados.
Gatos callejeros pasaron por nuestra vida, pero nunca los adoptamos por no tener patio.
Un día rescatamos un gato de 4 semanas. Nos cambió la vida porque necesitaba cuidados, nos enclaustramos en casa, dejamos de follar, dejamos de hacer senderismo, entre otras cosas. Todo era temporal hasta darlo en adopción.
Nadie quiso adoptarlo y nos enamoramos locamente del gato. Entonces decidimos adoptarlo con la condición de sacarlo al parque.
Al inicio lo sacamos 30 minutos los fin des, todo iba bien hasta que lo castramos…. Aquí empieza lo que después se convirtió en odio y frustración.
Don gato llora to-do el ti-em-po para salir, imaginen un MIAUUUUUU ensordecedor durante 3-4 horas seguidas, se duerme y hasta cuándo duerme maulla.
Lo saco todos los días 1 hora y cuando regresa ¡Llora mirando hacia la puerta!
Mi novio tiene teletrabajo, el gato se le planta en la puerta del despacho a llorar, hay días que no logra trabajar por jugar con él y calmarlo, entonces tiene que sacrificar el fin de semana para cubrir esas horas. Seguimos sin follar, sin salir, sin caminar.
Hemos hablado pero si respuesta es «tu querías un gato y es lo que hay». Cabe añadir que a mí novio es muy sedentario, pero tras un tiempo de relación se ánimo a hacer ejercicio, le encantaba salir al campo, ahora el gato es un buen pretexto para no salir de casa, ni al supermercado.
Hemos comprado juguetes de todo tipo para el gato, jugamos más de una 1 hora o más, en casa y no para de llorar
No sé que hacer, esta claro que no me voy a deshacer de mi gato, pero no sé que hacer para que deje de llorar y recuperar mi vida de pareja! Y otra cosa, por el momento el vecino no se ha quejado, pero seguro llegará el día porque el llanto se escucha hasta la entrada del edificio.
Es una tortura!