¡Hola!
A día de hoy tengo 27 años y han pasado bastantes años de esto… En su momento me costó asimilar lo que me acababa de pasar, ahora me parece cómico y algo íntimo que solo saben cuatro amigos.
Todo se remonta a hace unos cinco años… Yo tenía 22 añitos y era como el aceite, extra virgen. Como tenía problemas con la regla, fui a la ginecóloga con mi madre. Ella entró a la consulta conmigo y allí la ginecóloga hizo LA pregunta: «bueno, supongo que utilizarás protección, ¿no?», a lo que yo respondí con un «claro, claro». No había tenido sexo todavía, pero si lo hubiera tenido, obviamente lo hubiera hecho con protección, así que no le vi problemas a la pregunta.
Dos minutos más tarde, me encuentro tumbada en la camilla y con un palo enorme penetrando mi chocho. Repito: era virgen, NUNCA nada había entrado allí. La ginecóloga, viendo que le costaba entrar me dijo: «uy, está costando que entre» empujando cada vez más. Vamos, que estaba yo sola en la tumbona sin decir nada, porque ya no había marcha atrás, aguantando que me estuvieran mancillando por primera vez con un palo enorme.
Fue acabar de explorarme y desangrarme en el baño (la doctora hizo fuerza y estuvo su rato…). Cogí papel del baño pero no paraba de sangrar y sangrar… De camino a casa me encontraba fatal, tuve ganas de llorar de lo sucedido, pero no podía, porque estaba con mi madre en el bus y ella intentaba sonsacar información de mi vida sexual (ella no sabía que yo supuestamente no era virgen).
En resumen, perdí la virginidad con un palo en una cita de ginecología. Todo el que lo sabe se ha reído y a día de hoy… Ha tenido sus ventajas, una vez ya perforada… Los vibradores han entrado solitos y cuando tuve por mi primera vez sexo, lo pasé muy bien.
No hay mal que por palos no venga, supongo :-)