Reproducimos el correo enviado por una lectora:
Bueno chicas soy una gran lectora de este blog y en el comienzo de esta nueva etapa en mi vida que es ser mediadora, me gustaría hablaros un poco de ellos.
No quiero daros una charla técnica de que es, que beneficios y ventajas tiene porque eso ya lo podéis mirar en Google, quiero daros mi visión personal de por qué elegí la mediación.
Crecí siendo una niña “normal”, en un insti “normal” y con una “familia normal” sin muchas capacidades de dialogar como pareja y familia. Eso marcó mi forma de entender las relaciones en algunos aspectos.
Cuando comencé la adolescencia, sentía que tenía mucho que decir, pero no sabía como afrontarlo, en los conflictos con compañeros y gente del barrio (que por desgracia son más de los que me gustaría admitir) me ponía muy nerviosa, empezaba a temblar por la adrenalina y solo sabía ponerme a gritar.
Por desgracia, cuando sufrí las malas palabras y los tratos infravalorándome de dos profesoras, no supe que hacer y aunque me queje y replique no sirvió de mucho.
Empecé la universidad, acabé Trabajo Social y alguien me habló de la mediación. Como un recurso alternativo que favorece las negociaciones humanas; pensé en mis padres, pensé en mi yo del insti con las compañeras, pero sobre todo pensé en que bien me habría venido a mí una figura adulta que legitimara mi discurso y me ayudará a gestionar ese conflicto con una profesora, (con la que yo me sentía en clara desventaja por mi edad y posición).
Y chicas eso es una mediadora, una persona imparcial que te ayuda a gestionar los conflictos para llegar a un acuerdo en el que todas las partes se sientan beneficiadas.
Os dejo mi email [email protected] y mi teléfono 681 004 617, por si alguna quiere información, probar o simplemente alguien que le diga que trabajar por sus conflictos es el principio de un cambio en su vida.
Lucía Ballano Rodríguez