Hola chicas. Escribo en el foro esperando que alguien pueda ayudarme a resolver ciertas dudas o si podéis darme ideas. Podría esperar a hablar con el abogado, pero de verdad que ésto me quita el sueño, esperaba que la cosa terminara o se quedara en stand by tras el juicio, pero nada más lejos. Os aviso que va a ser muy largo, necesito poneros en situación y aprovecho para resumir mi historia, porque si alguna se ve identificada, que sepa que no está sola.
(Si os queréis saltar todo, la pregunta está al final)
Nos sé si conocéis la comparativa, a mí parecer más clara, de cómo se van introduciendo los malos tratos en una relación: se trata de cómo cocinar una rana viva. Si a la rana la metes en agua hirviendo directamente, conforme toca el agua, salta y ya es imposible. Sin embargo, si metes a la rana en agua fría y poco se va calentando, en el momento en el que hierve la rana ya no es capaz de salir.
Ésto es la pura realidad, ningún maltratador te va a pegar una paliza en el primer día de la relación, ni en el primer mes, incluso en el primer año. Van poco a poco, mostrando su cara más dulce y su cara más dura, alternando disculpándose y, por su puesto, haciéndote creer que lo que ha ocurrido es culpa tuya.
Yo soporte lo insoportable y estaba convencida de que era algo transitorio, que cambiaría y dejaría de hacerlo. Hasta que me quedé embarazada de mi primer hijo, incluso durante el embarazo y el post parto recibí golpes y vejaciones. La culpa según él era mía, porque las hormonas me tenían loca. Ahí comenzó mi mayor temor: compartir la custodia.
Me separé en una ocasión y me convenció para volver (acepte porque pensé lo de siempre, que no se volvería a repetir y, eso, el temor al tema de la custodia) y a los meses, en un descuido, me quedé embarazada de mi segundo hijo. No os hacéis una idea de lo que lloré cuando vi ese positivo. El embarazo fue igual o peor que el primero.
Y seguí aguantando hasta que llegó la primera paliza fuerte y me volví a separar. Él se puso en tratamiento psiquiátrico y prometió no volverlo a hacer. Le creí. Sin embargo ya empecé a ir al centro mujer de mi ciudad y hay que decir que ella me ayudaron a abrir mucho los ojos, pero seguía ahí el miedo a la custodia. Quién iba a defender a mis hijos. Si yo no estaba delante, la tomaría entoces con ellos?
Aguanté año y medio más y, lo que al principio iba bien, volvió a torcerse y se incrementó.
Me gritaba delante de los niños, a pesar de decirle que ellos no tenían porque ver eso, que no nos beneficiaba a ninguno de los cuatro (incluso a él, porque al final le perderían el respeto con los años). Incluso aprendí que no podía tocar el móvil en las discusiones porque me lo escondía o me lo rompía para que no pudiera llamar a nadie. Me encerraba en casa o si estaban los niños, me intentaba dejar fuera (una vez incluso desnuda).
Pero al final normalizas tanto… Que muchas cosas no las estás viendo o no ves la gravedad real. Llega un momento en que tú personalidad está moldeada, te gana terreno y cedes en todo sin darte cuenta. Todo con tal de que no haya discusiones o peleas y no lo haces por ti, todo lo haces por ellos, por tus hijos.
Incluso estábamos en vías de comprar una casa, por dejar de pagar el precio tan alto de los alquileres. Vendimos la casa en la que vivíamos al principio. Una casa completamente en ruinas que entre los dos arreglamos. La casa era suya, el puso la mitad del dinero y yo (con la ayuda de mis padres, porque entonces aún estudiaba) la otra mitad, me encargué de las obras y de todas las gestiones. Yo también gestioné la venta, quitándome tiempo de mi trabajo. Siempre dijimos, cuando estábamos a buenas que ese dinero era de los dos, por supuesto, cuando se enfadaba todo era suyo. Nadie sabía lo que ocurría en mi casa, a parte de su madre, a quien le pedía ayuda para frenarlo, pero tampoco hacia mucho.
Mi madre, que no sabía de los golpes, pero sí que le había visto gritarme me decía que porqué aguantaba y cómo se me ocurría compararme una casa con él. A lo que yo ya en una ocasión le dije que no podía dejar la relación, que temía porque mis hijos estuvieran a solas con él y que tenía que aguantar hasta que ellos fueran mayores.
Él estuvo sin trabajar desde que comenzó la pandemia hasta esta primavera, porque no quería un trabajo que no fuera de lo suyo y quería opistar (según él no se podía hacer las dos cosas a la vez para aprobar… Suspendió…). Hizo alguna cosa esporádica, pero poco. Mi madre nos ayudaba y yo, que no gané poco, me gasté hasta el último céntimo en manternos. A él le pagaba de todo, tratamientos estéticos, gimnasio,… Todo con tal de que estuviera feliz, se sintiera apoyado y evitar esas discusiones. Incluso me hacía cargo yo de los niños exclusivamente cuando yo no estaba trabajando, teníamos contratada a una persona para que viniera a limpiar a casa… Vamos, que él no hacía ni el huevo. Se pasaba el día jugando al ordenador, digo estudiando… Y encima de todo, cuando no obtenía la respuesta que él quería o le pedía que cuidara de los niños más de una tarde seguida, porque yo tenía que ir a trabajar, bronca gorda, porque el pobrecito no tenía tiempo para él.
Él además es moroso, no puede tener nada a su nombre, por lo que todo lo importante está al mío, a pesar de no estar casados.
Pues bien todo se agravó cuando empezó a marcar a los niños verbalmente dos niños muy muy pequeños, ahora 4 y 2 años. Y también a levantarles la mano. Por supuesto, ahí me metía yo en medio y, claro, según él que le estaba quitando la autoridad con sus hijos y me la llevaba yo (cosa que prefería lógico), pensé que podría controlar la situación, repito, siempre por el miedo a compartir la custodia con él, pero hace unas semanas todo estalló, se pasó toda la semana a paliza diaria, delante de los niños, se le fue la mano con ellos y no lo pude evitar y denuncié, se lo llevó la policía.
Orden de alamiento hacia los tres y custodia exclusiva para mí. Sin visitas. Pero aún falta el juicio civil. Ahora él sigué queriendo ejercer ese maltrato hacia mí, pero de manera económica. Quiere dejarme a cero (yo no pude ahorrar por lo que he explicado de mantener a todos), quiere el total de la venta, quiere el coche que él usaba (que pagué lo que quedaba de préstamo, con la intención de ponerselo a su nombre). Yo sin embargo, con tal de terminar, pensé en eso, un coche para cada uno y la venta a medias. No pedí que le revisaran las nóminas para la manutención (él ahora gana muy bien y me va a pasar el mínimo), no pedí indemnización, ni resalcirme de todo lo que no he podido ahorrar, ni que, para estar en igualdad absoluta, se pagara el coche que yo me quedo. Sólo quería terminar lo más rápido y más equitativo, pensando que, después de todo, él lo vería bien. A mí me da pavor quedarme a 0€ en la cuenta, porque soy autónomo y quiero poder tener algo guardado para una necesidad o apuro. Sino fuera porque tengo niños, me importaría una M que se quedara con todo, con tal de perderlo de vista. Alguna abogada en la sala? Qué se podría hacer? Mil gracias por leerme.
Y si alguna está en la misma situación que yo: graba todo lo que puedas, no borres conversaciones de WhatsApp, hazte fotos de los golpes, parte de lesiones y denuncia, porque no estás sola y te van a ayudar. Sal lo antes que puedas.