Creo que esto de intentar ser padres nos está viniendo grande… No sé si estamos estresados, si nos estamos cansando el uno del otro o qué narices pasa, pero me estoy replanteando la existencia firmemente.
Llevamos juntos desde los 19 años, tenemos 31 y llevamos desde los 28 buscando al bebé ‘sin prisa’, sin prisa pero sin pausa, para que nos entendamos.
Yo le dije que quería ser madre antes de los 32 porque o queremos solo uno y claro, el cuerpo es el cuerpo y paso de empezar a cambiar pañales demasiado tarde.
Pues nada, en estos tres años no ha habido suerte, yo he leído en internet todo tipo de conjuros, que si poner las piernas arriba, que si estar pendiente de la luna, que si tests de ovulación y nada ni flores.
Rallada finalmente decidí ir al ginecólogo a ver si había algun problema y nada, estoy perfecta para quedarme embarazada, se lo conté a mi marido y ¡sorpresa! se sintió super ofendido porque dice que lo estoy acusando de ser estéril.
Ni que ser estéril fuera una decisión, colega. Solo le pedí que se hiciera las pruebas para saber a qué atenernos y me dice que no, que se niega, que sus soldaditos están perfectos.
Es que si es así, pues lo celebramos y tan contentos y en caso contrario pues nos planteamos el panorama, que lo peor que puede pasar es que sus soldaditos no funcionen bien y oye, que el mundo no se acaba ni mucho menos.
Pero esta TONTERÍA de negarse por verte tú a saber qué no la entiendo, sinceramente.
Quiero ir con tiento y empatía, porque a gritos definitivamente no da resultado, ¿algún consejo para abordar el tema?