Hola guapa.
Pase por la misma experiencia que tú estás viviendo ahora , no se si sería por las hormonas, por estar todo el día pendiente del peque y el agotamiento que conlleva y más si estás trabajando como era mi caso, pero no me apetecia en absoluto y mi marido al igual que el tuyo insistía y le afectaba bastante el tema que al final acababa en discusiones y reproches …
Al final lo que yo hice aunque me costó horrores es dejar un fin de semana al peque con los abuelos ( le eché tanto de menos…) Y dedicarnos un tiempo a nosotros … En nuestro caso un spa para relajarnos una cena romántica y todo volvió a fluir poco a poco sin tener que pedirmelo ( quizá fue que estaba muy relajada) fui yo quien le busque y fue un fin de semana genial… Después en casa poco a poco intentábamos tener nuestros momentos y si que es verdad que según tu niña vaya creciendo y siendo más independiente habrá más momentos .
También puedes probar a ir con tu marido a terapia de pareja o a un sexólogo os puede ayudar y aconsejar mucho para que todo vaya mejor , pero no te culpes creo que a la mayoría de mamas no ha pasado eso en algún momento y es totalmente comprensible.
Mucho ánimo!

Hola!
Yo estoy en las mismas, no me apetece nunca.. pero hablando con mi hermano que es papá de 4, me ha hecho darme cuenta de varias cosas. Ellos son pacientes y no te van a obligar pero también necesitan de su mujer. Necesitan sentirse queridos igual que el bebé.
Hay veces que creo que hay que mantener relaciones terapéuticas, es decir, Aunq no te apetezca tanto, hacerlo por el matrimonio.
Dices que el no se perdonaría dejarte por ésto, lo que parece que indica que se lo ha planteado… yo que tú ponía remedio, más que nada para que no busque fuera lo que no encuentra en casa… que es horrible que pase, pero es que por desgracia pasa.
Mucha suerte. Yo la teoría me la sé, ahora me falta aplicarla también!

Te entiendo perfectamente. Sé que no te va a dar ánimos, pero en mi caso, después de tener que mantener relaciones «programadas» para concebir a nuestra hija (necesitamos ayuda médica), unos primeros meses agónicos de lloros continuos todo el tiempo que pasaba despierta (noches incluidas), lo último que yo tenía en mente era el sexo. Todo el mundo te dice que es normal durante unos meses, y realmente la biología debe contribuir a ello, porque hace que la madre se concentre en sacar adelante su cría, pero que luego vuelves a la normalidad. o no.

Luego viene el cansancio total, el sentir que toda tu vida es trabajo, casa y niña y que tú has desaparecido, que él no hace nada más que poner alguna lavadora los fines de semana, que a la niña te la comes tú con patatas, y sencillamente las ganas de sexo desaparecen del todo.

Entiendo perfectamente que el padre se sienta arrinconado e ignorado tras el nacimiento de un bebé y entiendo los consejos de que la pareja tiene que buscar fines de semana para disfrutarse y todo. Pero las madres aún estamos más ignoradas. Pasamos de ser una persona a ser una madre trabajadora chacha de casa. Ellos siguen siendo Fulanito y Menganito. Así que no, no tengo ganas de sexo.

Y esos consejos de hacerlo aunque sea a desgana por el bien del matrimonio… Comprendo el espíritu que hay detrás, de luchar por la pareja, pero si realmente tu cerebro y tu cuerpo no están por el sexo, es consentir una violación. El término puede parecer fuerte, pero seguro que quien haya pasado por eso me entenderá. No te deja precisamente una sensación limpia. Y digo yo, ¿y él qué hace por el matrimonio? ¿Carga con el 50% de la faena de la casa y de la niña? ¿No? Pues entonces.

Como te decía, no creo que te sirva para darte ánimos y estoy totalmente segura de que la mayoría de las parejas de ahí fuera han pasado por esta circunstancia y la han superado, solas o con ayuda de terapia. Me alegro hasta el alma, de verdad. Pero no todas las experiencias son así de positivas y a menudo escucho a compañeros de trabajo y amigos con uno o dos hijos quejarse de que, desde que han sido padres, ya casi no follan. Así que supongo que algo de razón tendrán y debe ser algo que nos pasa a muchas mujeres.

Coincido totalmente con Vanessa. Antes de nada habrá que plantearse cada pareja cual es si situación particular,como se reparte el trabajo,los cuidados,etc etc etc. Y lo siento, pero presionar o insistir también es una forma de no respetar.