Corazón, lo primero, ERES PRECIOSA PESES LO QUE PESES. Tu cuerpo ha llevado a esas tres criaturas que serán lo que más quieras en este mundo, ese cuerpo te permite bailar, viajar, disfrutar de tu vida y todo lo que implica. Si él no es capaz de ver lo precioso que es tu cuerpo, es su problema, no el tuyo.
Dicho esto, si ahora no eres capsz de dejarlo por ti, hazlo por tus hijos. Los hijos necesitamos a padres felices que se respeten, no a padres que estén juntos por estar. Quizá ahora no entiendan, pero cuando crezcan, les va a romper el corazón saber cuánto sufrió su madre. Además, no querrás darles ese ejemplo, enseñarles que eso es el amor. Esta energía que pones en él, en todos esos ratos pasándolo mal, pensando qué estará haciendo, si lo está haciendo otra vez, que si no eres suficiente, toda esa energía podrás ponerla en ti misma y en tus hijos.
Tu vida no va a ser andar cabizbaja esperando su amor, encerrada en esa relación tortuosa, hay mucho, mucho por vivir y él sólo es una mala experiencia que te ayudará a reorganizar tus prioridades y saber qué es lo que quieres hacer con tu vida. Tú y tus hijos os merecéis el mundo. Un abrazo