Hola chicas, tengo una paja mental que no es normal.
Os introduzco en el tema, llevo como 3 meses hablando con un chico cada día por whatsapp, trabajamos juntos y hemos tenido varias citas para comer, cenar, pasear… y después de 3 de ellas fue cuando pasó algo más. Después de ese “algo” seguimos hablando, tonteando, y quedamos una vez más antes de las vacaciones de navidad, pero en esta cita no pasó nada más que ir a comer, pasear y tomar alguna copa. Después de esto sí fuimos a su casa a tomarnos la última pero aunque estuvimos muy juntos en el sofá, no pasó nada más. (Como dato importante, ese día de la última cita él no se encontraba muy bien pero quedó conmigo porque según él no iba a deshacer el plan y le apetecía que quedáramos). Al día siguiente en el trabajo me estuvo buscando y estuvimos trabajando juntos casi todo el día y me dió la impresión de que estaba un poco nervioso, pero nada más, no era el momento ni el lugar de hablar ni hacer nada.
Él es 8 años mayor que yo, hay muchas veces que no quiero parecer una cría a su lado, y aunque él nunca me ha demostrado ese pensamiento hacia a mi, esto me corta muchas veces. Ante todo decir que yo cuando estoy con él soy tal cual soy, no finjo nada, ni me comporto de manera diferente a como soy.
Mi paja mental viene a que no se si le habré dejado de gustar. Hace un mes tuvimos una charla por whatsapp donde hablábamos de que yo le parecía una chica muy guay con la que estaba muy agusto, que podíamos seguir viéndonos si yo quería, que ahora no quería una relación seria con nadie, pero que esto lo tendríamos que hablar cara a cara mejor… (Cosa que a día de hoy aún no hemos hecho). Yo le contesté que ahora mismo yo estaba en un momento complicado de mi vida y tampoco quería nada serio con nadie, pero tampoco cerraba puertas para seguir conociéndolo.
Por otra parte, se me ha pasado por la mente que en nuestra última cita él no supiera cómo actuar, si lanzarse a que pasara algo más o no, por algo que me ha sucedido recientemente como es la pérdida de un familiar muy allegado, y la cual cosa sabe que ha sido muy dolorosa. Ese último día estuvimos muy juntos bebiéndonos la última cerveza de la noche en su sofá, pero una de las veces que se levantó a coger más cerveza y volvió a sentarse tuve la impresión de que se había alejado un poco de mí, sentándose un poco más lejos, dejando cerradas la puertas para que sucediera algo.
Ahora trabajamos juntos, pero en breves me trasladan a otro lugar a unos pocos kilómetros, y se por las cosas que me ha ido comentando que me echará de menos, porque según él trabajamos muy bien juntos y nos hemos entendido desde el primer día. No quiero que el cambiar de lugar de trabajo haga que esto termine y salga de mi vida porque le he cogido bastante cariño ya no solo como algo más, sino como amigo, pero al mismo tiempo tampoco quiero decírselo así de claro porque no quiero asustarlo. Es un chico maduro (o eso creo por lo que me ha demostrado en algunas ocasiones), reservado y en algunas ocasiones diría que tímido. Compartimos algunos gustos aunque no todos al 100%, me encanta aprender, escucharlo hablar y debatir sobre temas que nos gustan mientras me enseña la ciudad o compartimos algo para comer, no se chicas, estoy hecha un p*to lío.
Desde hace un tiempo pienso mucho en actuar cuando algo me ronda la cabeza y decir las cosas como son y como las siento, pero siempre con tacto, y no se si debería hablar con él otra vez o simplemente dejar fluir las cosas y punto. A parte de todo esto, es importante tener en cuenta de que aunque no pueda parecerlo a simple vista, soy una chica bastante tímida cuando se trata de chicos y con bastante miedo al rechazo por lo que me cuesta ser la primera en lanzarse a dar un beso; él fue quien me pidió permiso para besarme la primera vez.
¿Qué pensáis? Estamos para que nos den de comer a parte con nuestra timidez? O pasa olímpicamente de mi cara?
Gracias por leerme, y gracias de antemano por ayudarme a aclarar mis pensamientos.