Vengo a contaros la noticia que esta mañana me ha hecho llorar de felicidad. Porque en estos tiempos que estamos viviendo, creo que es importantísimo no quedarnos solo con las cosas negativas (que desgraciadamente son mayoría), sino que para insuflar fuerzas debemos también dar voz a las pequeñas cosas positivas del día a día que nos mantienen cuerdos.
Mi abuela llevaba 13 días en un hospital de Castellón, la mitad de ellos bastante grave por el maldito bicho. El no saber de ella ha sido agónico. Tiene 84 años, y he de reconocer que en muchos momentos pensé que no volvería a verla más.
Pues bien, hace 2 días la pasaron a planta porque ya estaba mejor, y hoy nos han dicho que en las próximas horas la mandarán a casa porque se está recuperando estupendamente y puede seguir el resto del proceso en su domicilio. Hemos podido hablar con ella unos segundos, y su voz me ha parecido alegre y vital, feliz de volver a casa.
Yo no podré verla todavía, pero saber que está saliendo palante me ha dado tanta energía positiva que necesitaba compartirlo.
Los datos son tan terribles que parece que los abuelos no pueden con esto, y desgraciadamente muchos no, pero otros muchísimos sí, y de ellos también debemos hablar.
ABUELA LOLI TE QUEREMOS ERES UNA CAMPEONA