Esto sucedió en el gimnasio dónde suelo ir. Me sobran seis kilos y estoy en proceso de perderlos, pero no me meto con nadie y voy a mi bola a hacer mis ejercicios. Entonces aparece una señora , ex gorda, que tenía obesidad mórbida y que no podía ni moverse de la cama. ( esto me lo contaron luego). La señora que ha perdido 40 kilos y tiene todos los pellejos descolgando , y la boca podrida con los dientes que da asco de verla , se cree Dios y con derecho a criticar a toda la que ve con 1 o 10 kilos de más, sin haber mediado palabra con ella en mi vida ni haberla visto jamás.
Así que se me acerca y foca, ballena que te vas a morir como sigas así….. que pareces una morsa es lo más bonito que me ha dicho. Me dice que todo esto viene que me quiere ayudar y por mi salud.( gracias por el consejo e interés pero no los he pedido). Me dan ganas de decirle que quién demonios es ella para hablar de salud, cuando tiene la boca tan podrida que le van a dar 50 infecciones, pero me callo. Me limito a ignorarla y a seguir con mi rutina. Se que la hubiera hundido con ese comentario de sus pellejos o boca pues alguien que encuentra satisfacción atacando a los demás gratuitamente es que tiene que tener un complejo muy grande ( no sé si por los pellejos o la boca o vete tú a saber).Decido no hacerle bodyshaming que es lo mismo que ella me ha hecho a mí. Una de las comerciales del gimnasio, ( que se lo estaba enseñando estaba atacada, sin saber qué hacer ante la escena e intentando arreglar la situación como buenamente podía). No me da la gana de encontrarme a esa loca en los vestuarios y que me haga bodyshaming, los vestuarios de un gimnasio son para andar en bolas agustico y que nadie te juzgue. Hablo con la dirección del gimnasio, y le cuento lo sucedido. Le digo que mientras la señora tiene una cuota de jubilada de 30 euros la mía es de más de cien ( pues tengo natación cursos y entrenamiento personal). que no me da la gana pagar esa cuota ni ninguna en un sitio en el que ni puedo hacer ejercicio en paz, ni puedo ir por los vestuarios tranquilamente. ( la comercial corrobora lo sucedido). le digo que si esa señora se inscribe en el gimnasio que yo me largo y que ellos sabrán que cliente les conviene si yo, con mi supercuota que vale como cuatro cuotas de la vieja o ella ( que además de pagar mucho menos, va a espantar a toda la clientela). Me voy y días más tarde me entero de que le han dicho a la buena señora que ese problema que tiene con la piel colgando no se lo van a arreglar las máquinas, y que con 80 años que tiene las máquinas no son buena para ella, y que la piscina es peligrosa pues hay muchas caídas y a su edad no es nada bueno caerse y romperse un hueso. La buena señora no ha aparecido más por ahí y bastante clientas me lo han agradecido. Me he enterado luego que tras mi protesta, llegaron muchas otras y se las apañaron con mano izquierda para que alguien así no entrara en el gym.