Soy madre de una niña de 4 años, y te entiendo perfectamente. Entiendo el hecho de que te cabree el que esos padres no puedan controlar a sus hijos, cosa que ya debería venir hecha de casa (ya sabes: normas en la mesa, el comportamiento social básico cuando interactuamos con los semejantes.. ). A mi también me da muchísima rabia cuando voy al parque y viene el crio de turno a quitarle juguetes a mi hija sin ni siquiera pedirle permiso, mientras la madre está cómodamente sentada en un banco viendo el Instagram. ¿Por qué yo me lo tengo que currar en casa para que me hija sea una persona socialmente aceptable, socialmente sana y educada, pero tú no vas en esa dirección y los demás tenemos que sufrir la mala educación de tus hijos? Pues eso. Los niños son niños, y los que tienen que plantar la vara ahí son los padres.
Dicho esto, y teniendo en cuenta que yendo a un hotel «normal» te puedes encontrar familias con niños, siempre te queda la opción de ir a un adults only.

Entiendo al 100% tu enfado y cada vez soporto menos a los niños por ese motivo, pero mi pregunta va por otro lado. ¿Por qué esperabas que tu marido fuera el que se quejara al hotel? Tú eras la persona molesta, tú deberías haber sido la persona que pidiera un cambio de mesa o algo así, no él.

No te tomes estas cosas tan a pecho la próxima vez.

Como te han dicho por arriba, la proxima vez te vas a un only adults y así les ahorras a los niños y a los padres tener que cenar con alguien como tu al lado. Si te molestan los niños tambien puedes cenar en tu habitación. Son niños, no, no pueden estarse quietos por mucho que los padres les llamen la atención. Tienen el mismo derecho que tu a estar en ese restaurante. Y te recuerdo que tu tambien fuiste niña y te comportavas como tal.

Pues nada. El exterminio de los niños.
De verdad que alucino con la gente que debió de nacer adulta.
La culpa será de los padres y la Cena te la arruinaste tú solita. Si yo fuera tu marido, no estaría bien contigo porquee habría dado cuenta de que tienes 0 empatía y eres un robot.
Pd: pienso más cosas, pero no las voy a dejar escritas.

Pobrecito tu marido…