Nuestra amada Brie Larson (Capitana Marvel) se ha estrenado como directora con una peli que tiene todo lo que nos gusta: unicornios, mucha purpurina y una historia de amor propio. Así que en cuanto Netflix ha estrenado Unicorn Store nos hemos lanzado a por nuestra ración de brillantina.
Brie es Kit, una estudiante de Bellas Artes que es expulsada de la escuela porque sus profesores no entienden su arte lleno de colorinchis y purpurina. Y es que Kit, desde bien pequeña, está totalmente obsesionada con los unicornios, los colores brillantes y hasta toma el té con sus osos amorosos. Así que una vez expulsada, se ve obligada a volver a casa de sus padres y buscar un trabajo temporal en una oficina aburrida.
Y en estas es cuando le llega una invitación con mucho misterio misterioso a The Store. Una tienda dónde le ofrecerán lo que siempre ha soñado con tener: un unicornio de verdad de la buena, solo para ella. Pero antes de entregárselo, va a tener que ir cumpliendo una serie de requisitos como construir un establo, tener money suficiente y proporcionar un buen ambiente familiar al unicornio.
Así que sin darse cuenta, lo que le está proponiendo el señor vende unicornios (Samuel L. Jackson) es un proceso de crecimiento total. Kit irá poco a poco descubriendo la vida adulta. Intentará mejorar su relación con sus padres y conocerá a Virgil que le ayudará con el establo y con alguna cosa más.
Pero sobre todo dará el paso a la adultez sin tener que renunciar a su esencia. ‘Unicorn Store’ es en definitiva una historia sobre madurar. Sobre hacerse mayor en un mundo cada vez más precario, en un mundo que parece rechazar todo lo relacionado con la fantasía y el color. Sobre lo difícil que es crecer pensando que tenemos que renunciar a nuestros sueños. Pero en el fondo, nadie te dice que el secreto de madurar no está en dejar de llevar pijamas de Pusheen, si no en otras cosas mucho más importantes.
