Sí, amigas…

Probablemente como gran parte de vosotras, pasé un buen trozo de mi infancia leyéndome los famosos libros de la saga de Crepúsculo y esperando sus estrenos en la gran pantalla.

Desde entonces, miles son las críticas que he oído y leído sobre esta saga: desde que es una chorradita para adolescentes hasta que estos “hijos best sellers” de Stephenie Meyer han marcado los años más intensitos de millones de personas a lo largo y ancho de este nuestro planeta.

Tras cerca de 10 años, después de terminar de devorar las últimas andanzas de Edward Cullen y Bella Swan y de ver todas y cada una de las películas algunas veces más que en el cine, lo cierto es que no me esperaba en absoluto que, tanto tiempo después, pudiera volver a mis 15 años con estas 800 páginas. ¡Y es que me enteré de su estreno por el storie de una amiga que lo acaba de comprar!

Las que fielmente me seguís en Instagram @eva.yummytoo, sabéis que he estado enfrascada en este libro como cosa de un mes, dedicando mis ratitos a sus páginas, y he de decir que, si bien es cierto que las primeras de ellas me hicieron pensar falsamente que quizá había podido ser un error comprarlo porque pensé que no me contarían nada que ya no supiera, me ha hecho volver a un universo que tenía, si no olvidado, bastante apartado en mi mente.

Para las que no lo sepáis y sin ánimo de caer en spoilers, Sol de Medianoche cuenta la historia que se puede leer (o ver) en Crepúsculo, pero contada desde el punto de vista de Edward. ¿Qué supone esto? Que como en toda buena historia, sabiendo la versión de ambas partes, la visión y, por lo tanto, el entendimiento, es mucho mayor.

Solo diré que, sin este quinto libro (o sexto si tenemos en cuenta La segunda vida de Bree Tanner), los vaivenes, tanto físicos como emocionales, de la pareja de la humana y el vampiro tienen más sentido.

Además, se entiende con mayor exactitud la ausencia repentina de Edward en Luna Nueva. El amor que se respiraba en la saga hasta este estreno, ahora es perfectamente palpable en cada hoja. Y es que, si Edward Cullen te parecía un intensito sin remedio, ahora podrás saber el por qué. Además, ¿quién nos podría hablar mejor del amor si no era un ser inhumano deseoso de sentirlo por cerca de cien años?

La complejidad del amor cuando nace en una relación aparentemente imposible; el sufrimiento de las partes que, aun sabiendo la dura realidad, se niegan a aceptar su destino; el dolor que causan las agujas del reloj junto con las hojas del calendario; y entenderlo de la mano de quien ya no tiene absolutamente nada que perder sino eso, el amor de su (no-)vida. Amargura y felicidad en cada página.

Como persona que gusta de la lectura y consumidora de esta saga, diré que dejarse el dinero en libros será siempre una estupenda inversión, pero cada céntimo de este merece la pena al máximo.

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@eva.yummytoo