¿Sabéis eso de que los animales huelen el miedo y si te ven acojonadita perdida vienen a por ti con más ganas? Pues como los humanos no dejamos de ser animales, también tenemos un buen olfato para saber a por quién ir. Esta es la única explicación lógica que se me ocurre para lo que me está pasando, que resulta que ahora que estoy bien mentalmente, por fin, después de tanto trabajo… es cuando más mierda me echáis encima.

Ya os he contado mil veces por aquí que estoy en tratamiento psicológico y por qué estoy yendo a un psicólogo así que no voy a repetirme. Además, hoy no vengo a hablar de mí, vengo a hablar de ti. Sí, sí, de ti. De ti, ser humano que, como me ves tan divinamente porque yo sí he ido a un psicólogo y sí he trabajado con sudor y lágrimas para mejorar y llegar a estar así de estupenda, que da gloria verme, que me lo dice todo el mundo, que se me nota en la mirada que soy feliz, como me ves así de marvelous debes de pensar: pues si esta chica ha podido con toda la mierda que tenía encima, le voy a echar un poquito de la mía, que parece que le sienta bien. 

Gracias, de verdad, y de corazón.

tenor (1)

Es bastante curiosa la relación amor/odio que tiene la mayoría de la gente con la idea de ir al psicólogo. Algunos simplemente la detestan, ni se les pasa por la cabeza ir a un psicólogo, ellos no están locos. Otros fantasean con lo bien que les podría venir para arreglar lo suyo, porque están regular de lo suyo y lo saben, pero al final no van porque no tienen dinero, porque creen no tener tiempo o vete tú a saber. Y otros (que estos son los peores, los muy pedorros) quieren que tú seas su psicólogo, así, sin titulación académica y de gratis. Porque como tú vas al psicólogo, pues sabrás cómo ayudarles, porque como a ti te ha ido bien, pues lo que tú hagas les irá bien a ellos. Como le pasa a Alfonsa, que por no ir al médico se toma las mismas pastillas que su vecina Modesta y se queda tan ricamente. Qué pesadez la gente-lapa que se agarra con todas sus fuerzas a tu salud mental a ver si se le pega un poquito a ellas. Y, SORPRESA, no se les pega ni una mijita.

Desde que yo considero que he empezado a encontrarme estable mentalmente me han empezado a salir personas-lapa de debajo de todas las piedras. Y algunas no son nuevas, son personas que ya conocía que se han transformado en personas-lapa, para joderme mejor. No sé si es que mi salud mental les da morbillo o es que ha coincidido que yo he tirado parriba y ellas han caído muy pabajo, pero aquí las tengo, a mi alrededor, intentando chuparme la sangre y poniéndome mucho más difícil mi recuperación personal. Gracias, nuevamente.

tenor (2)

Llamadme egoísta, aunque yo no me lo considero, pero soy consciente de que, mientras he estado en tratamiento he tenido que priorizarme a mí misma por encima de todo y de todos, para preocuparme solo por mí y trabajar solo por mi propio bien para poder recuperarme. ¿Eso qué significa? Que si estoy lidiando por fin con mis propios problemas, que si estoy currándomelo para ponerles solución, de verdad, creéme, ahora mismo menos que nunca me puedo centrar en los tuyos. Por eso siempre recomiendo, como la vecina Modesta, lo que a mí me ha ido bien. Mi respuesta para todo aquel que viene a contarme sus movidas es la misma: ¿por qué no vas a un psicólogo? te podría ayudar muchísimo.

Pues sí, tienes razón, suelen contestar. Además, a ti parece que te está yendo muy bien, se atreve a añadir alguno. Y ahí se plantan. Ya no se la juegan más. Reconocen que podrían pedir ayuda profesional, pero, ¿para qué? ¿Para que se les acabe el chollo de ir de víctimas por la vida? Qué cosas tengo…

No os podéis imaginar lo cansada que estoy de estas personas que se me han pegado ahora y parece que disfrutan contándome sus movidas porque se deben de alimentar de la condescendencia de los demás, o algo. Al principio pensé que simplemente la gente que me rodea estaba pasando malas rachas simultáneas, pero no. Después de tanto tiempo aguantando solo puedo llegar a una conclusión y es que están todos de psicólogo, pero yo soy la única que le he echado huevos y he querido ponerle freno a mis problemas, porque, al parecer, soy la única que no disfrutaba revolcándose en su propia ciénaga.

AnaNA6