Recientemente he visto un post que me ha dejado muy loca de una página de madres o futuras madres. Como yo entro en el segundo colectivo, pues sigo unas 400 páginas de esas. Chica, información que no falte. Me han convalidado ya el título de auxiliar de matrona y todo.

El caso es que este post del que vengo a hablar trata, ni más ni menos, de la ropa que NO se debe llevar tras dar a luz. No, no habla de lo que mejor te va a quedar, de combinar colores con tu retoño, de comprarte la bolsa de maternidad a juego con el abrigo, no. Hace una lista sobre lo que debes evitar. ¿Por qué? ¿Porque es material sintético y puede darle alergia a la criatura? ¿Por si te manchas de leche? ¿Porque vas a ir incómoda con la cicatriz de cesárea/puntos/lo que coño sea? No. Porque estarás gorda. Así que, cito textualmente: “es vital que mires esta lista de lo que está prohibido en tu armario mientras aún no recuperas la figura”.

  • Vestidos largos, muy cómodos, pero que marcan las imperfecciones, chata. Que ni se te ocurra.
  • Pantalones bajos (¡atrás satán!): al partir la cadera, pronuncian los kilos de más de tu tripa. Dice que te cojas unos de cintura alta para verte más delgada. Que no me entere yo que te suda el coño lo delgada que estés o parezcas, y te preocupes de disfrutar de tu nueva vida.
  • Rayas horizontales. ¡¡Y me da igual que te gusten las rayas marineras!! ¿qué quieres? ¿un efecto óptico no estilizado? Pues ya sabes, verticales o a la hoguera.
  • Colores claros. Joder, esto no hay ni que decirlo. Only black. Y si tienes la opción de no salir de casa, mejor. Y si tienes la opción de envolverte en papel film, mejor. Y si tienes la opción de envolverte en papel film y montar en bici estática delante de la estufa durante 1 mes, fantástico.

 

  •  Plisados en la ropa: porque se ve que tienes kilos de más, y esto es suficiente para que te olvides de ello hasta que adelgaces, gorda.
  •  Vestidos apretados: Literalmente: “esto es más que claro”. Es decir, no seas tan lerda de ponerte algo que saque a relucir tus imperfecciones (según la norma social, que pa qué nos vamos a plantear que sea natural cualquier cuerpo).
  • Pantalones capri no, mona, porque al hacernos parecer más bajas, los kilos sobrantes se ven más y eso es algo que no quieres ni tú ni el resto del mundo ver. Fijo, vamos.
  • Zapatos con correas en el tobillo. Porque están hechos para tobillos de chicas fit, y porque también dan sensación de ser bajita y, ¡ugh!, ¡qué ascazo parecer bajita!

 

 

  • Leggings. Este es mi favorito. Son cómodos, ¡y qué! ¿Quieres ser una persona sin piernas tonificadas y que el resto del mundo (o de tu barrio) lo vea? Estás chalada, tía.
  • Grandes estampados prohibidísimos. Vaya a ser que parezcan más kilos sobrantes de los que son y tengas que ir a tirarte por un puente.

Y hasta aquí La Lista. ¿Cómo os habéis quedao? Yo me quedé azul celeste. No sé si de la indignación, de las risas al pensar en contároslo o qué, pero vamos, me costó recomponerme.

 

Queridas, haced el favor de poneros lo que os salga de la pepitilla. Antes, durante y después del embarazo. Pa siempre. Que sólo os preocupe la meteorología.

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