Pasan los años y el cuerpo cambia. Crece, mengua, se estira, envejece, se llena de estrías y de arrugas… en definitiva, VIVE. Es curioso porque desde pequeñas nos enseñan a odiar este proceso y a querer mantener nuestros cuerpos como si el tiempo no pasara por ellos. Cremas, cirugías, dietas, todo para hacernos creer que siempre hay algo que mejorar, que no debemos conformarnos con lo que la vida nos ha dado. Lo que consiguen es inculcarnos la idea de que hay algo mal con nuestros cuerpos si no conseguimos que entren dentro de esa «normalidad» impuesta que es buscar constantemente la juventud.
Pero hay un momento de cambio corporal especialmente importante para algunas mujeres: la maternidad. Es inevitable, el cuerpo se prepara durante 9 meses para ser una cápsula incubadora de una nueva vida. Después de parir el cuerpo femenino necesita un tiempo para recuperar las formas originales y, en ocasiones, nunca vuelve a ser el mismo. Es lógico, el cambio es increíble pero se habla muy poco del post-parto y del proceso de recolocación natural que necesita.
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Elise Grossman, una australiana madre de 3 hijas, ha querido romper con este mutismo sobre el post-parto publicando una fotografía de su barriga pocas horas después de dar a luz en su cuenta de Instagram (que tiene más de 35ooo seguidores). El mensaje es muy claro: no hay nada malo con el cuerpo de una recién parida. Es más, todo lo contrario: nuestros cuerpos son tan maravillosos que pueden traer vida a este mundo. Y es que… ¿en qué cabeza cabe que todos los cambios que sufre el cuerpo femenino durante el embarazo desaparezcan por arte de magia? No pasa nada porque no sean todo lo «perfectos» que nos pretenden imponer, porque ya son perfectos así con sus estrías y todas sus cosis.
El gesto de Elise viralizó cuando lo publicó en julio y el pasado 2 de octubre hizo un pequeño recordatorio sorprendida de la buena acogida que tuvo su iniciativa. Explica también que su médico nunca se preocupó de explicarle los cambios que iba a experimentar su cuerpo después de dar a luz a su hija. Por eso tomo la decisión de publicar esa fotografía (y otras muchas que naturalizan la maternidad en una galeria de Instagram pre-cio-sa), visibilizando el post parto para que el resto de las mujeres que se vean en la misma situación se sientan menos solas y menos raras.
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Estamos cansadas de todas estas presiones; no nos dejan tranquilas ni recién paridas. Todos los días vemos publicaciones de famosas que han recuperado milagrosamente su figura después del parto que, de una manera u otra, funcionan como un dedo acusador para todas aquellas madres que no pueden recuperarse tan fácilmente. Recibimos cientos de consejos para volver a gozar de una «figura envidiable», como si fuera tan sencillo o como si todas tuviéramos los medios (y las ganas) para conseguirlo. Nadie tiene en cuenta las circunstancias individuales de cada madre (hormonas revolucionadas, kilos de más, depresión post-parto e infinidad de problemas que desconozco porque no he sido madre y de los que, en general, no se habla), las madres son seres de luz que están permanentemente perfectas. Tócate un pié.
Las fotografías de portada son del Instagram de Elise Grossman.