Aviso al consumidor, este producto puede contener generalizaciones, no se me ofenda.
Ya son varios chicos con los que he tenido la misma conversación tras un: «¿Por qué entendéis «no» como «por ahora no»? Si digo que no es porque de verdad que no quiero así que déjame en paz, puto pesao de los cojones».
La excusa (en la cual no les falta razón) es que las mujeres tenemos asumido el papel de que tenemos que decir no, ya sea por hacernos las interesantes o por hacernos las modositas, porque tenemos que ser unas damas. Si decimos que sí del tirón somos un putón. Pues no, si dices que sí, es que quieres echar un polvo, no tiene más misterio.
Él quiere, tú también, ¿por qué complicarse la vida tan absoluta e innecesariamente?
Lo que no podemos es decir por un lado que si insisten son unos pesados y por el otro decir que no para que insistan, así que amiga, suéltate y dile que sí al maromo.
Y tú, amigo maromo, si una chica te dice que no, pasa de ella. Que sí, que es difícil, pero te aseguro que ahí fuera hay chicas que no se andan con rodeos, así que de oca en oca hasta que te toque. Y si la otra quería ya te mandará indirectas para que se lo vuelvas a pedir (admitamoslo, las posibilidades de que te lo diga directamente son pocas) y, si no quería, pues no agobias a una persona gratuitamente.
Porque las que de verdad no queremos tenemos que pagar las consecuencias y no es agradable que vayan detrás de ti después de muchos «no» y/o tener que aclararle a cada amigo que te echas que buscas sólo una puñetera y simple amistad.
Ah, por supuesto he recibido el clásico «Es que el sexo está sobrevalorado, algunas le dais mucha importancia en vez de hacer lo que queráis, blablabla»
A ver, no se trata de más o menos valor, y me parece patético explicarlo por lo obvio que resulta: nadie tiene que hacer algo que no disfruta, porque necesita un nivel de confianza con la otra persona para estar cómoda o porque le da importancia.
Ese último párrafo lo he editado mil veces porque no sabía si hablar de lo personal o no, al final voy a hacerlo:
Personalmente me he sentido muy juzgada, el típico tópico de que si dices «no» eres una mojigata. Cada vez que respondo «no» o estamos hablando del tema y digo «a mi no me gusta» me siento juzgada: «tienes que soltarte y disfrutar».
¿Sabéis que no todos disfrutamos las mismas cosas? Me ofende más de las personas que me conocen, porque saben que no soy de seguir roles sociales o de dejarme influenciar y me lo dicen en plan «el sexo está idealizado, pasa de esos rollos y folla» ¿Sabéis que tengo capacidad para decidir por mí misma? Simplemente no lo disfruto y por lo tanto no lo hago. Estoy total y absolutamente a favor del sexo por placer y sin compromiso, pero no es lo mío, lo he hecho dos veces contadas y mucho se me tienen que cruzar los cables para que haya una tercera (y si sucede seré clara, no me hare «la difícil»).
Me recuerda a esas mujeres que son felices formando una familia y quedándose en casa con los hijos y la gente las mira mal «retrógradas, cavernícolas». Yo no quiero hijos ¿Tengo que juzgarla a ella por quererlos? ¿Por qué no dejamos que cada uno viva como quiera las decisiones que sólo le afectan a sí mismo y no le hacen daño a nadie?
Pensar por uno mismo no es ir siempre contracorriente, es tomar tus propias decisiones, puedes ser una mujer moderna y querer hijos o no gustarte los polvos de una noche.
A día de hoy causa más presión y te sientes más juzgado cuando coincides en algo con «el rebaño» que cuando eres la oveja negra, y os lo dice una oveja negra.
Hablo de mujeres porque es la experiencia propia, pero lo mismo da que da lo mismo.
(Esto realmente lo acabo de publicar en mi blog, pero me ha apetecido compartirlo con vosotras para conocer vuestra opinión)